El barítono Simón Orfila, la soprano Maia Planas, el clarinetista Pascual Martínez, el violinista Smerald Spahiu, el glosador Mateu Xurí... Todos ellos se suben al escenario este jueves acompañados por la Orquestra Simfònica de les Illes Balears (OSIB) y el Cor del Teatre Principal de Palma para interpretar un programa que resuena como la banda sonora de la época en la que se fundó este diario.
Voces internacionales
El menorquín Simón Orfila es una de las grandes voces de la ópera y la lírica españolas. Discípulo de Alfredo Kraus, hará un alto en su gira por los escenarios de todo el mundo para recalar en Palma. Con un gran bagaje operístico a sus espaldas, para Orfila «es un placer volver al Teatre Principal. Es el escenario donde interpreté mi primera ópera, hace ya ventiún años».
Maia Planas es una de las voces femeninas más destacadas del canto nacional. Formada en el Conservatori de Palma y en Alemania, la mallorquina se ha instruido con los mejores profesores, dando recitales en Balears y Catalunya.
Tampoco faltará el clarinetista mallorquín Pascual Martínez, el único español en la historia de la New York Philarmonic Orchestra. Ingresó con 18 años en la Orquestra Simfònica de Balears y ha trabajado con directores como Daniel Barenboim, Ricardo Muti, Lorin Maazel o Zubin Mehta.
Por su parte, Smerald Spahiu es violinista y concertino de la Simfònica. Nacido y formado en Albania, enseguida contó con una carrera internacional que le llevó a recalar en Mallorca hace ya venticinco años. El renombrado músico protagoniza una intensa vida concertista y cameral.
Arropando a los solistas, y dirigida por Pablo Mielgo, estará la Orquestra Simfònica de les Illes Balears, una formación que acoge a más de sesenta músicos de hasta diecisiete nacionalidades. «Es la ONU», ilustra Spahiu. Un conjunto multinacional en el que se conjura el talento musical. El Cor del Teatre Principal de Palma pondrá sus voces en el concierto de este jueves, llevados por la batuta de Pere Víctor Radó.
Y no podía faltar un guiño al arte más tradicional, con el glosador Mateu Matas Ordinas, conocido como Mateu Xurí, impulsor y renovador de este género autóctono que se crea al mismo tiempo que se canta.
Fusión disciplinar
Mateu Matas 'xurí' señala que «colaboro con la Orquestra Simfònica en la pieza de Antoni Parera. Considero que no hay alta cultura o cultura popular. Lo que hacemos es todo cultura siempre que la dignifiquemos y es muy positivo que unamos disciplinas». El glosador tiene un papel destacado en la pieza Foners, compuesta por el Premio Nacional: «Es improvisación pero a través del conocimiento. Hay que saber a dónde vas, cuáles son los motivos de esta gala», explica.
Sonia Galkin es la directora de la escuela de baile Asunaro, otra pieza imprescindible del engranaje de esta gran gala inaugural. Galkin, que ha diseñado la coreografía que abrirá la cita del jueves, cuenta con una sólida carrera en el mundo de la danza, la música y la docencia, en centros como el Conservatorio de Palma o Stage School of Dance and Drama de Hamburgo. Ha cantado junto a Celia Cruz, es compositora y ha participado en numerosos musicales, óperas y giras. Por su parte, los bailarines de Asunaro son jóvenes promesas de la danza, muchos de los cuales ya han dado sus primeros pasos en el mundo profesional.
La maestra de ceremonias es Rosa Serra, actriz mallorquina que triunfa en los escenarios de Barcelona y que ha formado parte de La Fura dels Baus. Será la encargada de conducir esta gala donde se estrenará el trailer del documental de los 125 años de Ultima Hora.
Nada se ha dejado al azar. Hasta las composiciones que sonarán esa noche han tenido en cuenta el marco histórico en el que nació La Última Hora, una música que marcó los compases a los primeros años de este diario. Además de Offenbach, Chapí, Sarasate o Rossini, se interpretarán obras de cuño mallorquín, como L?ara, què? o Foners, del manacorí Parera Fons.
El Teatre Principal de Palma congregará a más de 750 invitados, representando a la sociedad mallorquina, desde el mundo de la política, la empresa y la cultura, contando con la presencia de lectores que tampoco pueden faltar a esta histórica cita. Como así ha sido estos últimos 125 años.