El desarrollo del sector en las Islas, la existencia de un tejido fuerte y fibroso de empresas turísticas con increíbles capacidades y fortalezas, así como la buena imagen de marca que como destino hemos construido con los años, han sido clave ante la lucha contra las dificultades atravesadas recientemente por la pandemia. Si bien es cierto que, en términos generales, hemos superado la crisis, no podemos olvidar que el sector turístico fue el más afectado económicamente por la pandemia y que nos ha obligado a ajustar nuestros modelos de gestión en tiempo récord para recuperar el aliento. Tiempos que han puesto a prueba nuestra resistencia y que, gracias al trabajo bien hecho y el esfuerzo de toda la cadena de valor, han desembocado en modelos de negocio reforzados y renovados, una vez más.
2022 ha supuesto el resurgir del turismo. En nuestro caso, a pesar de que cuando a comienzos de 2022 pronosticamos recuperar los niveles de negocio prepandemia algunos nos tildaron de optimistas, el año para Balears explotó en cifras como un corcho en una botella de champán, gracias a la demanda contenida, la capacidad de ahorro acumulada y al regreso del turista internacional. La tónica general del año fue que la mayoría de las empresas turísticas duplicamos las cifras de negocio de 2021 y, lo que es aún más relevante, superamos las de 2019.
Los resultados han sido más que satisfactorios para un sector determinante para la economía de las islas y que, con experiencia y know-how, ha sabido reinventarse y adaptarse. Gracias a ello, hemos podido abrir con gran acogida nuevos hoteles, como en nuestro caso TRS Ibiza Hotel, recuperar el ocio, clave precisamente en destinos como Eivissa, generar nuevas alianzas y, sobre todo, recibir a turistas de todo el mundo.
No cabe duda de que este sector tiene un valor incuestionable en infinidad de países del mundo, más aún en España y totalmente determinante en Balears como actor económico. Principalmente, por su aportación al PIB, tanto de forma directa como indirecta por su repercusión en otros sectores, y por su capacidad de generar empleo, tanto a personas altamente cualificadas como a aquellas que acceden por primera vez al mercado laboral por nuestra puerta.
Además, como sector tenemos un compromiso a largo plazo con el entorno y con las personas pues, sin ir más lejos, no se entiende el turismo en las Islas sin estos dos ingredientes. El compromiso seguirá siendo trabajar con modelos empresariales cada vez más sostenibles. Entre otras cosas, trabajamos por rebajar nuestra huella en el planeta, reducir plásticos, apostar por energías renovables, apoyar a los productores locales e impactar positivamente en las comunidades en las que tenemos presencia.
Tras el éxito del pasado ejercicio, la demanda para viajar en 2023 mantiene hasta ahora una tendencia positiva y esperamos, en general, un año de crecimiento moderado. Los grandes retos que hoy en día afrontamos como sector (inflación, tasas de interés, fuga de talento, inestabilidad geopolítica) nos mantendrán en alerta y bajo cierto nivel de tensión, sin embargo, el tejido empresarial de Balears está preparado para afrontarlos y sin perder, muchos años después de los primeros pasos del sector, la preferencia de los viajeros por las Islas.l