La plataforma balear de proyectos emprendedores culmina una nueva edición demostrando su capacidad para reinventarse ante las dificultades de la pandemia y se consolida como trampolín de las nuevas ideas empresariales
La segunda edición de Connect’Up premió el proyecto de Hustle Got Real. | M. À. Cañellas
Han pasado cuatro años desde que Connect’Up inició su andadura y desde entonces, muchas cosas han pasado. Aunque ha habido dificultades, que aún estamos atravesando, el balance no puede ser más que positivo. En total, casi un centenar de proyectos han sido finalistas, cuyos impulsores, tras someterse a un intenso programa de formación, se han subido al escenario para defenderlos ante el jurado e inversores. La experiencia para todos no ha podido ser más satisfactoria, un espejo del panorama innovador real, donde el esfuerzo y la ilusión son la moneda de cambio para alcanzar el éxito.
Esta aventura innovadora arrancó en 2018 con el objetivo de incentivar la innovación en el mundo emprendedor de Balears, arropado por una potente lista de entidades, empresas e instituciones, entre las que destaca el apoyo de CaixaBank y la organización de Grup Serra. Nacía así una plataforma revolucionaria que aunaba una amplia formación con la sinergias entre emprendedores y agentes económicos del Archipiélago.
El concurso de emprendeduría ha ido evolucionando desde sus orígenes a lo que es hoy: Connect’Up 2018 arrancó con una visión muy optimista. Se presentaron más de 200 proyectos y requirió de una dura selección para elegir a los finalistas. El alto nivel de los concursantes dejó un buen sabor de boca entre organizadores y concursantes y confirmó el buen estado de salud de la emprendeduría balear, que siempre se ha caracterizado por su empuje y sus buenas ideas. Al año siguiente llegó una nueva edición con importantes novedades y premios. En aquel momento se establecieron dos categorías, Start (dedicado a proyectos en fase semilla o empresas con un máximo de tres años de antigüedad) y Grow (destinado a empresas consolidadas que contaban en sus filas con un proyecto de innovación que deseaban dar un espaldarazo.
Como no podía ser de otra manera, Connect’Up 2019 puso de nuevo en marcha un intenso programa formativo en el que un grupo de expertos de alto nivel formaban a los finalistas de ambas categorías para afinar sus proyectos de cara a la final. La formación ha sido uno de los grandes valores añadidos de este programa que impulsa la innovación y que se cotiza muy alto en el ambiente inversor.
Novedades
Y entonces llegó Connect’Up 2020, que trajo consigo más novedades. Tona Pou y Marvin Singhateh recogieron el testigo de Xesca Vidal y Ángel Puig y coordinaron esta tercera edición con el mismo espíritu: poner en contacto a los emprendedores con empresas colaboradoras. En esta edición se consolidó el intenso programa formativo y de mentoring, fortaleciendo la alianza insular entre emprendedores, colaboradores e instituciones. En Connect’Up no existen las fronteras.
Sin embargo, esta edición fue más especial, si cabe, ya que irrumpió la pandemia. La propia organización tuvo que poner en práctica la innovación que tanto predica y, con el objetivo de mantener los programa de formación, se diseñó en un tiempo récord un nuevo plan que se adaptaba a las duras circunstancias.
Entrenamiento
Llegó el momento de impulsar la formación on line y de cumplir a rajatabla las normativas para asegurar la salud de participantes y colaboradores,la principal prioridad de los organizadores. Ni el confinamiento pudo acabar con el espíritu innovador de Connect’Up, que supo reinventarse para sortear las dificultades. Un aprendizaje continuo a golpe de buenas ideas y tesón para que Connect’Up siguiera más vivo que nunca. El nivel de los proyectos de los finalistas siguió siendo altísimo pese a las duras circunstancias. El esfuerzo se redobló pero, como se viene confirmando desde el inicio de Connect’Up, el tesón es marca de la casa y viene impregnado en el carácter de los emprendedores.
Y llegó 2021. Y con él, una nueva edición de Connect’Up. El entrenamiento de 2020 fue duro pero sirvió para enfrentarse a otro año pandémico en el que las ideas y los emprendedores no han cejado en su empeño. Formaciones a distancia y con aforo reducido en los encuentros presenciales se han unido a la omnipresente mascarilla. Pero no ha sido obstáculo para que se siga celebrando este intenso programa en el que se buscan las mejores ideas.
Esta nueva edición, además, se caracteriza por la llegada de la categoría Connect’Up BABI, en la que los inversores por primera vez tendrán su propio protagonismo. Es momento de recapitular, de echar la vista atrás sin perder de vista el brillante futuro que le espera a esta iniciativa. Hoy llega a su fin esta edición tan especial con un alto nivel entre los finalistas y la constatación de que Connect’Up forma parte ineludible del mapa de la innovación balear.