Carla Carbonell, estudiante de Psicología, desarrolla Cognitive IA, una innovadora herramienta de inteligencia artificial diseñada para mejorar la vida de personas con enfermedades neurodegenerativas, como el alzheimer, parkinson y la esclerosis múltiple. Su interés por la tecnología y la psicología la impulsaron a crear este proyecto, cuyo objetivo es ayudar tanto a pacientes como a cuidadores y terapeutas a través de un enfoque personalizado. «La motivación principal para desarrollar Cognitive IA ha sido mejorar la calidad de vida de personas con enfermedades neurodegenerativas. Quiero una herramienta personalizada que realmente apoye a los pacientes en su día a día y facilite el trabajo de los cuidadores», explica.
Actualmente, Carbonell se encuentra en la fase inicial del desarrollo, trabajando en la creación de historias de usuario y el diseño de un modelo de negocio, con el respaldo de la empresa mallorquina Quantic Data, aunque el proyecto es enteramente de su iniciativa. Uno de los aspectos fundamentales de Cognitive IA es su accesibilidad. La herramienta está diseñada con una interfaz amigable y sencilla, adaptada para quienes enfrentan dificultades cognitivas. «Incluirá instrucciones de audio y una navegación visual clara, lo que facilitará el uso a personas con deterioro cognitivo», detalla Carbonell. Además, la herramienta se adaptará en tiempo real al estado del paciente, permitiendo una supervisión continua por parte de un terapeuta. Entre las actividades que Cognitive IA ofrecerá se encuentran ejercicios que estimulan tanto la memoria como el lenguaje. «Se incluirán tareas de reminiscencia, como recordar eventos significativos, y juegos para reforzar la memoria a corto plazo y el lenguaje» explica. Además, planea integrar wearables y tecnología de realidad aumentada en una fase futura, lo que permitirá que la dificultad de los ejercicios se ajuste en función del estado del paciente.
Un aspecto crucial de Cognitive IA es la colaboración con terapeutas profesionales. La herramienta incorpora diagnósticos de los terapeutas de manera regular, lo que permite personalizar las actividades de acuerdo con las necesidades de cada paciente. «Los terapeutas serán esenciales para validar los ejercicios y adaptar la herramienta al contexto clínico», añade Carbonell. Esta colaboración asegura que la herramienta esté alineada con las mejores prácticas y que cada actividad sea segura y efectiva.
El camino de Cognitive IA no ha estado exento de desafíos. Carbonell señala que uno de los mayores retos ha sido traducir su visión en un proyecto comprensible para posibles inversores, así como la complejidad tecnológica de integrar IA con wearables y realidad aumentada. «Asegurar que la IA esté auditada por profesionales es fundamental, ya que una mala praxis podría perjudicar al paciente», afirma. A futuro, Carbonell espera que Cognitive IA se convierta en un estándar global, accesible en centros clínicos y en el hogar. «Quiero que sea una herramienta confiable que proporcione un apoyo real, facilitando un cuidado adaptado y respaldado por profesionales.» La visión de Carbonell es ambiciosa, pero Cognitive IA promete cambiar la forma en que se abordan los tratamientos del deterioro cognitivo, promoviendo la autonomía y mejorando la calidad de vida de sus usuarios.
Margalida Flaquer, mentora de Cognitive AI: «Se ha centrado en la prevención, haciendo el proyecto mucho más asequible»
Este año, Margalida Flaquer, consultora de innovación, se ha incorporado como mentora de Connect’Up 2024, trabajando estrechamente con Carla Carbonell y su proyecto Cognitive AI. Flaquer describe a Carla como una joven energética, curiosa y resiliente, destacando su capacidad para convertir los desafíos en oportunidades de crecimiento. «Carla tiene una determinación y optimismo que la impulsan a seguir adelante», afirma Flaquer, quien se sintió atraída por el proyecto tras escuchar su pitch en la primera gala de Connect’Up. «Tengo casos cercanos de personas con enfermedades neurodegenerativas, y su propuesta me pareció una oportunidad para hacer realidad algo importante. Nada más escucharla, supe que haría todo lo posible por ayudarla a llevar el proyecto adelante», agrega.
La propuesta de valor de Cognitive AI destaca por su enfoque intuitivo, que facilita el acceso a herramientas digitales para mejorar la salud y el bienestar de personas con poca experiencia tecnológica. «El proyecto guía a los usuarios inexpertos a través de profesionales del sector», explica Flaquer.
A lo largo de la mentorización, Flaquer ha apoyado a Carla en la evolución de su idea, ayudándola a centrarse en la prevención de enfermedades y a llevar el proyecto a cabo de manera gradual. «Carla empezó con un proyecto muy amplio que, con el tiempo, ha tomado la forma actual. Se ha enfocado en la prevención, lo que ha hecho el proyecto más accesible y ejecutable paso a paso. Aunque, con su impulso, ¡no me sorprendería que el año que viene ya tenga el proyecto en el mercado y esté trabajando en las siguientes fases de la enfermedad!», asegura.
Flaquer también resalta que su rol como mentora ha sido acompañar a Carla en los momentos más desafiantes, aportando su experiencia y ayudándola a cuestionarse y reflexionar sobre sus decisiones. «Mi objetivo ha sido apoyarla en cada paso del proceso, haciendo preguntas que la lleven a profundizar en su visión», comenta.
El proyecto ha comenzado a consolidarse, con una colaboración empresarial ya en marcha y otra en proceso. Flaquer subraya que, aunque Cognitive AI aún está en desarrollo, no tiene dudas de que Carla llevará la propuesta muy lejos. «Carla está bien posicionada para seguir desarrollando su proyecto y mejorar la vida de muchas personas», concluye Flaquer.