Los escaparates de las oficinas de B the Travel Brand cuentan con unos sensores, unas cámaras que analizan el movimiento de los viandantes que pasan por delante de las agencias. Si se detiene, estos sensores estudian cuánto tiempo lo hacen y cuáles son las propuestas de viajes que llaman su atención. «No sabemos su nombre ni los identificamos de manera individual, pero estudiamos las afluencias de tráfico de personas y cuáles son las horas, lo que nos permite interactuar a través de las publicidades», dice Riera.
Dependiendo de su sexo o de su edad, las pantallas del escaparate de la agencia de viajes pueden adaptarse y cambiar la publicidad que se adapte más a las necesidades de este potencial cliente con la idea de invitarles a entrar», explican los promotores de este proyecto.
Sensores
¿De qué manera puede obtenerse esta información? «Los sensores nos permiten medir el tráfico de potenciales clientes al igual que hacen los audímetros de la televisión», explica Riera. El objetivo es identificar qué tipos de personas se paran ante los escaparates, cuándo lo hacen y comprobar si les gusta lo que ven.
En una segunda fase del proyecto llegaría esa adaptación al transeúnte, creando una publicidad afín que consiga retenerles más tiempo. «Si son clientes, se les puede lanzar publicidad del tiempo ‘caza descuentos si entras ahora’», añaden.
El escaparate de la agencia de viajes se convierte en «una gran pantalla de móvil» que permite a la compañía conocer a sus clientes. Con esta nueva tecnología, se despiden así de la antigua oficina que cuenta en su escaparate con folios que anuncias las ofertas y los viajes combinados. En B The Travel Brand todo es digital y, ahora, tiene la opción de ir cambiando según las horas o los clientes que se acercan hasta la agencia.
Laboratorio
«Esto es innovación pura», describe Marc Riera, que ya ha instalado estos escaparates en varias ‘agencias laboratorio’ que les permiten testear la experiencia. Así, ya está en ciertas oficinas de Madrid, Barcelona y Palma. «Usamos estas oficinas como laboratorio de contenidos para el desarrollo de la tecnología que quiere atrapar al cliente».
Esta iniciativa se asemeja a la que lleva a cabo Google o Amazon, que tiene identificados los gustos y usos del internauta y se dedica a ofrecer productos con los que puedan tener afinidad.
Sin embargo, Marc Riera advierte que hay ciertas diferencias con estas publicidades más agresivas. «Los objetivos de la cámara son de baja calidad. Es decir, no están hechas para grabar a ninguna persona ni identificar personas. Solo queremos identificar siluetas y definir su sexo y edad, siempre con un pequeño margen de error», señalan desde el equipo que se ha presentado a Connect’Up en la categoría Grow. Conociendo al cliente y sus gustos, se pueden predecir sus decisiones. De esta manera, resulta más fácil «afinar el tiro, ajustar los contenidos del escaparate y tener a los clientes más contentos».
La idea es que esta tecnología se vaya expandiendo a los 700 puntos de venta en toda España e ir integrando esta información en los procesos internos de la compañía.
Virtualidad
Riera señala que esta revolución tecnológica se apoya en otras ‘patas’ que han transformado las agencias de esta red que tiene sede en Mallorca. «Contamos con soporte tecnológico, con personal muy especializado y organizamos eventos diferentes para atraer al cliente. Hemos llegado a montar una playa dentro de una tienda», explica.
Otra de las medidas es la venta de productos concretos. «En Madrid hemos creado una agencia especializada solo en cruceros. Es un market place fijo que solo vende este producto. La tienda tiene aspecto de barco y utilizamos gafas virtuales para que el cliente pueda experimentar cómo es alojarse en un camarote premium o exterior».
El objetivo es crear «la agencia de viajes más futurista de España. El turismo es la joya de la corona de España y pretendemos que esta tecnología de B the Travel Brand dé el salto internacional», zanja Marc Riera.