Para decidir el negocio ganador se reunió a un grupo de expertos que debían analizar cada uno de los proyectos. Ellos fueron Paula Serra, directora del área audiovisual de Grup Serra; Josep Lluís Pons, director general en funciones de Recerca i Innovació; María Cruz Rivera, directora territorial de CaixaBank; Jordi Ber, CEO de Habitissimo; Jaime García de la Rosa, director comercial de ISBA; Celia Megías, socia directiva de Conector Travel Tech, y Xavier March, presidente de GSBIT. Los tres criterios en los que se basaron los miembros del jurado fueron la innovación que aportaba la idea, la escalabilidad (un gran potencial de crecimiento de negocio), el equipo que acompaña al proyecto y que es gran parte del secreto del éxito de un proyecto empresarial y la oratoria.
A la salida de su deliberación, los miembros del jurado han reconocido que «hay proyectos muy buenos y nos han hecho dudar». De hecho, calculan que unos seis o siete eran realmente excelentes. Es más, algunos de estos proyectos que se han quedado a las puertas han sido premiados en otros concursos de innovación o de negocio, lo que muestra el alto nivel de la emprendeduría balear.
Tal y como señalaba Josep Lluís Pons, «se han presentado proyectos que eran de pura innovación y otros que presentaban un modelo diferente de negocio». Y coincidió con Jaime García de la Rosa al destacar ambos que «se han presentado muchos emprendedores preocupados por el medio ambiente. Esto no es una moda, es una necesidad».
Y este fue el caso de Miombos, por ejemplo, una tienda electrónica que comercia solo productos sostenibles. O Food&Save, una app que permite al cliente comprar con grandes descuentos los excedentes de restaurantes, pastelerías o fruterías. WDControl apuesta por unos sensores que controlan las aguas subterráneas para tener un control hidrológico, mientras que #practicaODS lleva los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU a la empresa local. Agricultura con Drones controla cultivos y bosques, para prevenir plagas e incendios.
Josep Lluís Pons conocía ya algunos de estos proyectos de certámenes anteriores y señala que «hemos visto una evolución que ha mejorado sus proyectos. Llegar a la final de Connect’Up Start les permite ganar visibilidad para darse a conocer entre el gran público».
Desde ISBA, que conocen bien los ingredientes necesarios para que una empresa arranque con buen pie y tenga una provechosa carrera en el mundo de los negocios, ya auguran que «más o menos el 40 por ciento de los finalistas» podrían tener una interesante carrera como empresa. El tiempo le dará la razón.