Después de casi dos meses ya de confinamiento, la vuelta a la normalidad (o,mejor, la «nueva normalidad», en palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez), es el horizonte hacia el que la ciudadanía ha dirigido una mirada entre esperanzada y temerosa. Las autoridades sanitarias advierten de que solo nos encontramos en el comienzo del camino y el regreso a la vida anterior será lento. Muy lento, apuntan algunos. Desde el comienzo de la pandemia, la incertidumbre ha marcado el avance de la enfermedad. El virus ha obligado al mundo a adentrarse en un terreno inexplorado, donde cualquier estrategia se complica por la ausencia de precedentes. Con muchas dudas y pocas certezas, la comunidad científica trabaja a contrarreloj para desentrañar las vulnerabilidades del nuevo enemigo y alumbrar las decisiones políticas, asumiendo que ese regreso pleno a la vida anterior solo se producirá cuando se encuentre una vacuna, algo que aún tardará muchos meses. El plan de desescalada impulsado por el Gobierno se compone de cuatro fases, a las que los diferentes territorios solo accederán si son capaces de cumplir con los marcadores que el Ministerio de Sanidad ha fijado: la capacidad sanitaria, la situación epidemiológica y los datos socioeconómicos y de movilidad. Así, se calcula que esta transición hacia «la nueva normalidad» durará al menos cerca de ocho semanas, lo que no quiere decir que, en caso de rebrotes se den pasos atrás.
Una vez que la actividad ha empezado a reanudarse, desde la Administración se ha hecho especial hincapié en el seguimiento de una serie de medidas básicas. Entre estas debemos distinguir aquellas que afectan a la empresas de aquellas que afectan a los trabajadores de manera individual, si bien tienen muchos puntos en común y no se entienden las unas sin las otras.
Por parte de la empresa
■ El establecimiento de jornadas de trabajo continuadas.
■ La colocación de paneles informativos con las recomendaciones básicas de prevención de contagio.
■ El establecimiento de una distancia de seguridad entre los trabajadores, que deben disponer de equipos de protección individuales.
■ La limitación a una persona por fila en los vehículos utilizados por los trabajadores para desplazarse al trabajo. En los vehículos de transporte de material no podrán ir más de dos personas.
■ El establecimiento de un registro diario de todas aquellas personas que entren en una obra.
■ El establecimiento de zonas de limpieza con agua, jabón y papel o solución hidroalcohólica para el lavado de manos.
■ El incremento de la limpieza y desinfección de las instalaciones de oficinas, así como de las herramientas de trabajo.
Por parte del trabajador
■ La toma de temperatura antes de acudir al trabajo.
■ El mantenimiento de la distancia de seguridad y el uso de los equipos de protección individuales. Estos no deberán compartirse con compañeros de trabajo. Tampoco deberán compartirse útiles de comida como cubiertos o vasos.
■ El lavado frecuente de manos.
■ Contribuir al que las instalaciones y herramientas se encuentren limpias.
Asimismo, en el caso de que un trabajador conviva con una persona que se haya infectado, si tiene síntomas o fiebre ha de comunicarlo a su responsable directo, además de quedarse en casa, llamar al 061 y seguir las instrucciones de la autoridad sanitaria.
Si es la empresa la que tiene conocimiento de una situación así y el trabajador se encuentra en su puesto de trabajo, será aislado y se dará aviso al 061, no pudiendo reemprender la actividad hasta que las autoridades sanitarias y el servicio de protección de la empresa establezcan las condiciones.
Estas medidas han de seguirlas también los técnicos que puntualmente se desplacen a la obra (arquitecto, director de las obras, aparejadores, ingenieros...).
Las etapas de la desescalada
La desescalada se compone de un total de cuatro fases antes de alcanzar la denominada nueva normalidad. El Gobierno ha establecido que de una a otra se pasará en función de una serie de marcadores. De esta manera, no se han fijado fechas determinadas para cada una de las fases. Entre ellas pasará un mínimo de dos semanas por cuestiones de cuarentena. De este modo, se calcula que la transición a la ‘nueva normalidad’ durará al menos cerca de ocho semanas. Por otro lado, en función del cumplimiento de los marcadores establecidos, unas zonas podrían entrar en algunas de las fases en días diferentes. Asimismo, cada fase conllevará un alivio gradual de distintas medidas de confinamiento. Después de que el pasado 4 de mayo se iniciara la fase 0, la fecha de inicio de cada etapa es orientativa ya que dependerá del cumplimiento de los marcadores, si bien está previsto que la fase 1 comience este día 11. Las reglas generales de estas próximas fases son las siguientes:
Fase 1
■ Personal: Contacto social en grupos de hasta 10, siempre y cuando se trate de personas no vulnerables.
■ Comercio y servicios: Apertura del pequeño comercio con aforos limitados y distancias de seguridad.
■ Hostelería: Apertura de terrazas con el 30% de las mesas habituales. Podrán ampliarse si los ayuntamientos correspondientes lo permiten.
■ Hoteles: Apertura sin uso de zonas comunes y con restricciones en restauración.
■ Deporte profesional y federado: Entrenamiento medio en ligas profesionales.
■ Deporte no profesional: Deportes sin contacto físico ni uso de vestuarios. Centros al aire libre sin público.
■ Ocio: Actos y espectáculos para menos de 30 personas, 200 si son al aire libre. Los museos abrirán con límites de aforo.
■ Lugares de culto: Limitación de un tercio del aforo total.
■ Agricultura: Apertura de actividades del sector agroalimentario y pesquero que mantenían restricciones.
Fase 2
■ Personal: Se permiten los viajes a segundas residencias siempre que estén en la misma provincia. Bodas con número limitado de asistentes.
■ Comercio y servicios: Apertura al público de centros comerciales, prohibiendo la permanencia en las zonas comunes o áreas recreativas.
■ Hostelería: Consumo en el local con servicio en mesa con separación entre clientes en mesa y entre mesas. Limitación a un tercio del aforo.
■ Hoteles: Apertura de zonas comunes limitadas a un 1/3 de aforo salvo restaurantes y cafeterías, con sus propias restricciones.
■ Deporte no profesional: Reanudación de la caza y pesca deportivas.
■ Deporte profesional y federado: entrenamiento básico en ligas no profesionales federadas, y total en ligas profesionales. Partidos a puerta cerrada y transmitidos.
■ Ocio: Cines, teatros y auditorios con butaca pre-asignada, con límite de aforo de un tercio. Actividades culturales con menos de 50 personas . Si son al aire libre, menos de 400 personas.
■ Lugares de culto: Limitación de la mitad del aforo.
■ Educación: Apertura de Infantil hasta 6 años para familias cuyos progenitores trabajan. Abren los centros de educación especial. Selectividad.
Fase 3
■ Personal: Contacto social para personas no vulnerables ni con patologías previas.
■ Comercio y servicios: Se levanta la prohibición de utilización de las zonas comunes y zonas recreativas de los centros comerciales. Aforo al 50%.
■ Hostelería: Se ampliarán los aforos al 50% de la capacidad. Podrán abrir los bares nocturnos y discotecas con un tercio del aforo.
■ Hoteles: Las zonas comunes admitirán la mitad de su aforo. Las cafeterías y restaurantes mantendrán las restricciones propias de su sector.
■ Ocio: Los actos y espectáculos culturales, parques temáticos y de ocio al aire libre de menos de 800 personas, todas sentadas.