Entre la lluvia y el frío del invierno es difícil imaginar, pero antes de lo que nos esperamos estaremos de nuevo disfrutando de la vida al aire libre y de las reuniones con amigos. Será entonces cuando las terrazas, balcones y jardines cobren vida y convendrá tenerlos lo mejor decorados posible para que de nuevo el buen tiempo nos dé grandes momentos para recordar.
Las terrazas y los balcones tienen su propio universo creativo y no son simplemente una silla y un toldo. El abanico de posibilidades es tan amplio como distintos pueden ser los espacios. Ya sea una terraza amplia o un pequeño balcón, se pueden lograr resultados muy atractivos si se usan bien los elementos apropiados. Un pequeño balcón puede ser un vergel si las plantas se eligen de forma adecuada. En primer lugar conviene conocer su orientación y las horas de sol directo que va a tener. Eso influirá sobre el tipo de plantas más adecuado. No queremos quemar plantas delicadas ni dejar en la penumbra a las que necesiten más sol. Además, tendremos que pensar en su crecimiento y si el volumen va a ser un problema en determinados espacios. Las plantas trepadoras siempre son aconsejables, puesto que ocupan una menor área de superficie y aportan frescor y privacidad a los balcones y terrazas. En cuanto a esa privacidad, el mercado tiene ahora muchas opciones de pantallas protectoras, que además ofrecen protección solar específica.
Tomar un café recién levantados o un refresco cuando el calor apriete es un lujo al alcance de cualquier espacio y bolsillo. Solo se debe elegir el mobiliario adecuado. Tumbonas, hamacas o sofás son las mejoras opciones para el relax, pero también se puede disfrutar de mobiliario de jardín adaptado a los lugares más limitados, entre los que serán imprescindibles las sillas y mesas plegables, que pueden transformar en pocos segundos una simple terraza en un ambiente slow. Sean cuáles sean, para esta temporada van a llevarse los muebles fabricados con materiales reciclados o fibras naturales. Los que están hechos con cuerdas van a ser sin duda los más deseados. Además sus colores serán también sencillos y nada artificiales, destacando los tonos de la natural paleta mediterránea.
Los jardines estarán marcados por un concepto cada vez más en boga, la sostenibilidad. El contacto con la naturaleza será más profundo aún en estos ambientes cuando nos aseguramos de que nuestro jardín está integrado y es respetuoso con el entorno. Para ello, se van a usar las especies de plantas autóctonas y de sencillo mantenimiento, con bajo consumo de agua y resistencia a las altas temperaturas. La idea es simple, no haremos un jardín de cactus en Galicia ni uno de helechos en Almería. En las Illes Balears la opción es evidente. La flora mediterránea será la más adecuada, aquella que podemos ver en nuestros paisajes. Para este año los proyectos de paisajismo están proponiendo también muchas gramíneas, que resisten bien al sol, necesitan poca agua y además encajan estéticamente con el aire natural y espontáneo que se lleva en los jardines.
La sostenibilidad influye también en los complementos. Las lámparas tienden a estar hechas con elementos artesanales, como el vidrio y la cuerda, pero incorporando paneles solares para su carga. Es una premisa que se impone también en un elemento tan importante como las piscinas, en las que los cloros y depuradoras dejan paso a las plantas filtrantes para lograr un ambiente mucho más natural, integrado y respetuoso con el medio ambiente.