La mayoría de los sectores profesionales han experimentado en los últimos años un buen número de cambios en profundidad. | Universitat Abat Oliba CEU

A finales del pasado año, la Conselleria d'Ensenyament, en el marco Proyecto Interdepartamental de Competencia Digital Docente (PICDD), determinó qué competencias digitales son necesarias para que los maestros y profesores estén en condiciones de contribuir a la adopción por parte de su alumnado de un dominio suficiente y adecuado de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. En el comunicado que informaba de ello se remarcaba la idea de que el uso de las nuevas tecnologías en el aula no debe limitarse a lo instrumental, sino que fundamentalmente debe integrarse en el ámbito de lo metodológico. Es decir, no se trata de emplear las Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento como mera herramienta de transmisión de los contenidos curriculares tradicionales, sino de concebir su inclusión en la vida del aula como forma privilegiada de introducir a los alumnos en un lenguaje -el digital- que indefectiblemente habrán de utilizar en su futuro académico y profesional.

La lógica del mundo profesional ha experimentado en las últimas décadas profundas transformaciones. Así, la digitalización ha hecho que al factor de la movilidad, conforme al que desaparecieron los puestos de trabajo definitivos y las competencias estables, se le haya incorporado, para potenciarlo y redefinirlo, el de la transversalidad. La digitalización tiende a diluir fronteras entre ámbitos de actividad que antes funcionaban como compartimentos estancos. El tiempo de las responsabilidades ligadas a funciones definidas y poco cambiantes está en trance de concluir, a lo que hay que añadir el hecho de que el empuje de lo digital está generando empleos que hace poco tiempo no existían, y se prevé que esta tendencia creativa se hará más fuerte en el corto y medio plazo.

Este panorama líquido reclama fácil respuesta adaptativa y versatilidad, profesionales con capacidad para reciclarse rápidamente y asumir nuevas funciones. En esta línea, el 'Libro Blanco para el diseño de las titulaciones universitarios en el marco de la economía digital', elaborado por el Ministerio de Industria, apunta a la necesidad de que los titulados universitarios cuenten con una "formación genérica y transversal importante" en competencias digitales. En este sentido, tanto el Ministerio como la Conselleria d'Ensenyament parecen señalar a un mismo objetivo: el de adquirir no tanto un conocimiento especializado como una 'cultura digital' que permita desenvolverse con éxito en la dinámica del trasvase y la multitarea que ya define la realidad profesional de nuestros días.