Los meses de parón casi total a causa de la pandemia produjeron que la práctica totalidad de la agenda municipal quedara frenada en seco. Los proyectos de su administración quedaron detenidos y la vuelta progresiva a la normalidad supuso un gran volumen de actividad: «Había mucho trabajo pendiente, pero lo hemos podido sacar adelante». De hecho, además de poner en marcha todo lo acumulado y poder concluir muchas de las tareas, se pudieron poner en marcha «nuevos proyectos que han redundado en el bien del pueblo y en su mejora general».
Pero a pesar de esto, la alcaldesa expresa su firme intención de cara al futuro: «Ahora nos toca continuar todo ese trabajo, que nos permitirá poder seguir avanzando como municipio». Refiriéndose a medidas concretas realizadas, señala las obras en la red hidráulica como unas de las más importantes: «Hemos procurado reducir las fugas de agua para evitar que se malgaste. En otras infraestructuras destaca que se ha desarrollado un proyecto de reforma que «ha modernizado el Ajuntament». Estas acciones estarían dentro de un amplio paquete de medidas que se han podido llevar a cabo «gracias a las ayudas del Consell de Mallorca y del Govern, que ya pueden notarse en el pueblo y que se seguirán notando a medida que vayamos licitando todos los proyectos que faltan por desarrollar». Bestard, como conclusión, quiere poner de relieve el que «todo el equipo del Ajuntament ha trabajado sin descanso para el bienestar de nuestra gente. Hemos querido estar al lado de los campaners cuando más lo han necesitado».