—Sobre las medidas puestas en marcha por el Consell de Mallorca para hacer frente a la inflación y a la subida de los precios, este trimestre saldrá una segunda fase de ayuda a las familias: bonos de 200€ para rentas inferiores a 40.500€. ¿Hay novedades respecto a la primera fase? ¿Cuál es el presupuesto asignado? ¿A cuánta gente llegaron y a cuánta pretenden llegar con la nueva emisión?
—Las personas están en el centro de nuestras políticas y, más aún, en momentos de especial dificultad. En el Consell estamos desplegando un ambicioso escudo social, una partida de 22M€ para financiar un paquete de 13 medidas dirigidas a familias, jóvenes, personas mayores, sector cultural, empresas y autónomos. Dentro de estas, está la ayuda de 200 euros ‘Bo per a les famílies’, que ya ha llegado a más de 17.000 familias de Mallorca en su primera fase y que reeditaremos las próximas semanas. Destinaremos otros 5M€ en ayudas puntuales de 200 euros para ayudar a mitigar el impacto de la inflación. Como novedad, ampliamos el abanico de beneficiarios, ya que se tendrá en cuenta a la persona física y no a la unidad familiar. Por lo que esperamos llegar a más personas.
—Esta legislatura han firmado el pacto por la discapacidad, usted lo ha calificado de ‘histórico’. ¿En qué consiste y qué cambios supondrá para las personas con discapacidad?
—Es un acuerdo sin precedentes que otras comunidades como Catalunya han tomado como modelo. Nos hemos propuesto priorizar el bienestar de las personas con discapacidad y dar estabilidad al sector. El Pacto mejora y da estabilidad a los servicios que prestan incrementando los conciertos hasta los seis años; contempla un aumento de hasta el 14% del precio actual por cada plaza y también una importante mejora de las condiciones laborales de sus profesionales. Además, por primera vez apostamos de manera clara por la salud mental, con la firma del primer concierto para 70 plazas de Atención Integral y Promoción de la Autonomía de personas con discapacidad con un diagnóstico de salud mental.
—Han apostado por el nuevo Modelo de Atención Centrado en las Personas. ¿Cuál es el objetivo, qué mejoras supone para los usuarios y qué cambios han tenido que hacer en sus infraestructuras para lograrlo?
—El Consell de Mallorca, a través del IMAS, está implantando este tipo de atención en todos sus servicios, programas y recursos sociales. Se trata de un modelo que prioriza las peculiaridades de cada persona usuaria. Parte de la premisa de que cada persona es única y tiene unas necesidades concretas. Una historia de vida, unos gustos, unas decisiones que se tienen que respetar por encima de todo y que son la base a partir de la cual se tiene que diseñar el cuidado o la respuesta que tiene que recibir por parte de la Administración. Un ejemplo claro de esta política es el Servei d’Atenció Integral Domiciliària, que permite un nivel asistencial personalizado y prestado en el mismo domicilio de la persona dependiente, lo que evita su desarraigo y el cambio de su modo de vida.
—¿Cuántos menores hay tutelados por el Consell de Mallorca en estos momentos? Mallorca es líder estatal en acogimiento de menores en familias ¿por qué es preferible al modelo residencial?
—En estos momentos cerca de 1000 niños y niñas de la isla tienen alguna medida de protección. Y casi 600 están en acogimiento familiar. Apostamos por este modelo porque esta etapa de la vida es esencial para su desarrollo y ofrecerles un entorno protector y lo más normalizado posible para el éxito de este proceso evolutivo, mientras se trabaja con sus progenitores para la reunificación. El área de Infancia i Familia del IMAS trabaja de manera intensa para que ningún niño o niña menor de 6 años esté en un centro, creando programas especializados para cubrir todas las necesidades. Hemos querido reconocer este esfuerzo y el de las más de 400 familias acogedoras que tenemos en Mallorca con la entrega del Jaume II. Ellas son la imagen de la solidaridad, la generosidad y la entrega, que se ha demostrado nuevamente con el programa de acogida temporal para proporcionar un mes de vacaciones a menores de Ucrania, desde una de la zonas más afectadas por la guerra.
—El año pasado pusieron en marcha un programa residencial dirigido a personas dependientes menores de 55 años, ¿forma parte de este nuevo modelo centrado en la persona? ¿Cómo se consigue?
—Era una asignatura pendiente. Hasta ahora la única alternativa residencial para las personas de menos de 55 años dependientes era compartir residencia con personas mayores de 65. Con este nuevo recurso, habilitado en la residencia Oms, hemos dado respuesta a una demanda de los propios usuarios y también de sus familiares. Es otro ejemplo más del Modelo de Atención Centrado en la Persona del que hablábamos, que garantiza que reciben la atención asistencial y profesional especializada. Con su puesta en marcha hemos demostrado que somos capaces de reorganizarnos y reinventarnos para mejorar la atención, los cuidados y la calidad de vida de las personas más vulnerables.
—Mallorca ha sido pionera junto a Madrid en poner en marcha el modelo housing’. ¿A quién va dirigido, en qué consiste y cuánta gente ha pasado por el servicio?
—El housing es un modelo de éxito que se mide por todas las personas que han pasado por alguno de nuestros pisos y que han podido encontrar una nueva oportunidad para su proyecto de vida. Junto con Madrid, Mallorca fue el primer territorio donde se implantó este modelo que ofrece una alternativa habitacional digna y real a partir de la cual se trabaja la inserción sociolaboral de las personas en riesgo de exclusión social. El Consell de Mallorca financia el coste del alquiler y el itinerario es diseñado y supervisado por un equipo técnico. Lo pusimos en marcha en 2018 y prácticamente el total de las personas que han intervenido en este programa han conseguido su objetivo. En este 2023 tenemos 202 plazas en vivienda para personas en riesgo de exclusión, que son 132 plazas más que a principios de 2022.