Quemaduras solares, recurrentes durante el verano en las playas. | Barni
En pleno verano hay ganas de ponerse morenos. Sin embargo, es habitual que por falta de precaución, en lugar de morenos, acabemos rojos. Las quemaduras solares son muy frecuentes -y perjudiciales a la larga-, aunque en la mayor parte de casos no entrañan consecuencias graves. Los primeros síntomas aparecen entre la hora y las 24 horas posteriores a la exposición solar: enrojecimiento de la piel, sensación de ardor, dolor e hinchazón en la zona afectada, que está caliente y dolor de cabeza son consecuencias que entran dentro de lo normal. Se pueden aliviar con remedios caseros como la aplicación de crema hidratante de aloe vera, agua fría para refrescar la zona y, en caso de mucho dolor, con medicamentos analgésicos como ibuprofeno o paracetamol. En los siguientes días es normal que la capa superficial de la piel, la que ha absorbido en mayor medida la radiación, se escame y adquiera tonalidades irregulares.