Lo recomiendan todas las sociedades médicas científicas y es uno de los principales compromisos que ha adquirido el nuevo Govern con sus primeros presupuestos sanitarios: prácticamente uno de cada tres euros del IB-Salut se destinan a Atención Primaria, una partida que se incrementa con 52,1 millones de euros, un 9 % más que hasta ahora. Para ser justos, se trata de un 26,3 % más de las cuentas generales, lo que en cualquier caso es más del 25 % recomendado por los profesionales. Probablemente, ésta será una de las apuestas más aplaudidas dentro del sector, más de un año después de la creación del Foro de Atención Primaria que llevó a los trabajadores de esta gerencia a amenazar con una huelga si no se apostaba por una reforma de calado.
También gustará la creación de la primera dirección de Salut Mental, anunciada y creada ya en el organigrama de la nueva consellera, Manuela García, y dotada con 5,2 millones de euros, pese a que la relación de puestos de trabajo sigue pendiente de aprobar. O la esperada y tantas veces reivindicada descongelación del complemento de carrera profesional que no se actualiza desde 2018 y que, según García, será una realidad a partir del año que viene gracias a una transferencia extra que todavía no contemplan estas cuentas, pero a la que se ha comprometido. «Cuesta creer que con 900 millones más que han manejado no hayan podido pagar el plus de carrera a 335 profesionales o subirle el nivel a los 9.722 pendientes», ha señalado la titular de sanidad.
Crecen las cuentas sanitarias y, como cada año, vuelven a ser históricas, sin embargo, tal y como ha reprochado la exconsellera de Salut, Patricia Gómez, sentada en frente de la nueva titular tras ocho años en el cargo, «la sanidad pierde protagonismo en el conjunto del Govern». Es decir, con una partida de 2.354,5 millones de euros y una subida del 5,1 % (lo que suponen 113 millones más), no es la conselleria que más crece, ni mucho menos.
Pese a todo, uno de cada tres euros de las cuentas de este Govern se destinarán a Salut (un 32 %), «para construir y desarrollar un sistema sanitario de calidad, con el usuario como elemento central y los escuchando y cuidando a su principal activo, los profesionales», ha defendido García. Si bien, la mitad de este presupuesto (1.067 millones de euros) es para pagar las nóminas de los cerca de veinte mil profesionales que trabajan en el IB-Salut.
De hecho, el incremento de 43,5 millones respecto a este año «irá destinado, en gran medida, a los programas de fidelización y captación de profesionales sanitarios, así como a la consolidación y estabilización del personal interino, en personal estatutario fijo a través de los procesos de estabilización de más de setenta categorías sanitarias y no sanitarias, que finalizarán el 31 de diciembre de 2024».
Proyectos como la reforma del edificio de la calle Cecili Metel, infraestructuras de gran envergadura como Son Dureta o la adecuación del antiguo ambulatorio de El Carme para acoger los servicios corporativos del IB-Salut serán las principales inversiones en infraestructuras para 2024, a las que se destinarán 134,2 millones de euros.