El director general del IB-Salut, Javier Ureña, y la consellera Manuela García, (en el centro) con los diferentes coordinadores de grupo. | Jaume Morey

Si estuvieran todos los sanitarios que faltan tampoco serían suficientes. Los integrantes del Pacte per la Salut coinciden, en su primera puesta en común, en la necesidad de redimensionar las plantillas de profesionales o de mejorar la accesibilidad de los pacientes. Son dos de las muchas medidas elaboradas, destinadas a beneficiar el sistema sanitario.

Todas ellas serán recogidas en un documento que marcará la ruta a seguir de la próxima década. El proyecto del Pacte per la Salut echó a andar hace seis meses con una propuesta lanzada desde el Govern en el salón de actos de Son Llàtzer y, tras lograr la implicación de unos 250 agentes sociales, sindicales o políticos, se han presentado las primeras conclusiones.

Concha Zaforteza, coordinadora del Pacte junto a Javier Ureña, ha introducido a los ponentes de cada uno de los seis grupos elaborados según la temática, quienes han explicado sus propuestas.

Para la fidelización y la captación de talento profesional en medio de un «desierto sanitario», la portavoz Marga Bujosa ha hablado de la necesidad de «dimensionar mejor las plantillas y revisar la calidad de los contratos». La idea no es nueva, la consellera Manuela García quien tomó nota de las propuestas, ha hablado antes de esta medida pues la relación de puestos de trabajo de cada gerencia apenas se ha modificado en los últimos años mientras que la población crece. No sólo eso, un replanteamiento de las plantillas y de los puestos que son necesarios podría derivar en una organización más eficiente.

Por otra parte, «las infraestructuras de las que disponemos suponen una brecha para el que se tiene que mudar y, aunque no hay una implicación directa del IB-Salut, se debe tener en cuenta», ha señalado Bujosa quien ha destacado también que uno de los pilares para fidelizar al profesional es darse a conocer ante los Médicos Internos Residentes (MIR).

Otra de las ideas que han lanzado varios grupos de trabajo es la de introducir y adecuar la llegada de nuevos perfiles en Atención Primaria o en áreas especializadas de salud mental como son los logopedas, nutricionistas, educadores físicos , farmacéuticos e incluso veterinarios. «Hay que avanzar en la integración digital para ser más eficientes en la manera de traspasar la información del usuario a nosotros y entre sanitarios», ha expuesto Carlos Raduán, del grupo de Atención Primaria.

Para paliar las listas de espera, Raúl Lara y Rocío Almázaga han priorizado la mejora de accesibilidad para los pacientes o la necesidad de conocer la capacidad asistencial y los recursos de los distintos centros sanitarios.