Ramon Paz, afectado por el VIH.

«Cuando recibí el diagnóstico, hace casi tres años, me encontraba en una situación personal complicada, no sabía si quedarme en España o volver a mi país. Me estaba dando un plazo para decidirlo, pero cuando supe que tenía VIH no me cupo ninguna duda, tenía que quedarme porque en mi país la situación sanitaria no es la misma».

Así refleja Ramón Paz la realidad de las desigualdades a las que se enfrentan los afectados de VIH según el lugar del mundo en el que se encuentren, una realidad que se ha querido visibilizar este 1 de diciembre.

El lema del Día Mundial contra el Sida de este año, ‘Emprendamos la senda de los derechos: Mi salud, mi derecho’, apela a defender la equidad en el derecho a la salud en todo el mundo y a subsanar las desigualdades que limitan el progreso hacia el fin de la enfermedad como amenaza de salud pública.

«Me siento muy afortunado. Desde que ALAS me da el diagnóstico y me remiten al médico no pasó ni una semana. Me hicieron las analíticas rápidamente y me pusieron en tratamiento. Mis defensas están muy bien, mantengo la carga viral indetectable y por tanto, intrasmisible. Al principio tomaba el medicamento a diario, ahora siento que tengo el VIH cada dos meses, que es cuando me toca la vacuna», narra este venezolano de 31 años que no ha tenido reparo alguno en hablar de su enfermedad.

Defiende que aún falta mucha información, que su generación más joven que no vivió el inicio de esta enfermedad a veces no es consciente de lo que supone y que sigue habiendo un gran estigma en torno a las enfermedades de transmisión sexual.

«Creo que al dar visibilidad a la enfermedad se reduce el estigma, el miedo, y la falta conocimiento. El hecho de contar nuestra realidad en primera persona puede ayudar mucho a combatir los miedos de quienes reciben el diagnóstico y también a prevenir contagios», expresa.

Bajan los contagios

Afortunadamente, la lectura de los últimos datos de la Dirección de Salut Pública de Balears, permite afirmar que se está consolidando una tendencia descendente de la incidencia global del VIH en las Islas.

Según los datos del Servei d’Epidemiologia, en 2023 se diagnosticaron 89 infecciones por VIH, un 13,6% menos que las 103 detectadas en 2022. Además, estos nuevos contagios sitúan la tasa de incidencia en los 7,36 casos por cada 100.000 habitantes, la más baja del periodo 2003-2023 desde que se lleva a cabo el registro de casos acumulados, notificados o detectados en cada ejercicio. Pese a que la tasa anual de Balears se situaba habitualmente por encima de la media nacional, el descenso de casos en 2023 iguala las cifras por primera vez.

Desde la Conselleria de Salut inciden en la importancia del diagnóstico precoz, con el que se puede acceder con rapidez a los tratamientos, mejorar la calidad de vida, disminuir las enfermedades relacionadas con el VIH y la mortalidad.

«Hoy se puede envejecer con el VIH, es una enfermedad crónica como otras. Creo que se está avanzado mucho y que en cualquier momento habrá cura», concluye Ramón Paz.