Son muchas las personas que, acuciadas por el trabajo, duermen poco de lunes a viernes y luego intentan recuperar las horas perdidas levantándose más tarde el sábado y el domingo. Un estudio reciente ha revelado que esta forma de recuperar sueño es cardiosaludable. Sin embargo, el Dr. Cristian Sánchez, director de la Unidad del Sueño de Juaneda Hospitales, advierte que no dormir bien entre semana sigue siendo un riesgo para la salud.
«Un estudio, hecho sobre 19.000 participantes que dormían menos de 7 horas, presentado en agosto de 2024, en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, señala que dormir menos entre semana y aumentar luego las horas de sueño el sábado y el domingo reduce en un 20% la posibilidad de sufrir un evento cardiovascular. Pero como todo estudio, éste tiene sus limitaciones», explica el Dr. Sánchez, médico especialista en Neurofisiología.
«En primer lugar —continúa— hay que comprobar si todas esas personas que durmieron menos de 7 horas entre semana tuvieron una privación de sueño, porque hay un porcentaje poblacional, aunque muy bajo, los denominados 'corto-durmientes' para los que dormir solo 5 o 6 horas de sueño no presenta repercusión durante el día (cansancio diurno, fatiga, irritabilidad, etc.) y no quiere decir que estén privados de sueño. Pero en general, dormir más el fin de semana no es la solución a dormir poco de lunes a viernes».
El director de la Unidad del Sueño de Juaneda Hospitales es tajante al afirmar que «el sueño no se recupera». El sueño que no se duerme de forma adecuada entre semana no se recupera por dormir más el sábado y el domingo: «Esa falta de sueño entre semana tuvo sus efectos en el organismo y decir que se recupera es un mito. Hay que enfatizar en la importancia de tener unos horarios regulares de sueño».
El Dr. Sánchez, rodeado de varias de las integrantes del equipo profesional de la Unidad.
El Dr. Sánchez destaca que «a pesar de que esta investigación haya encontrado estos resultados es necesario que tengamos una buena higiene del sueño, con unos horarios regulares, para no sufrir efectos secundarios sobre nuestra salud. No dormir bien aumenta el riesgo de hipertensión y de diabetes, así como de deterioro cognitivo con riesgo de desarrollar demencia a largo plazo. Es importante dormir las horas necesarias adecuadas para la edad y en el momento de la vida de cada individuo».
Para la población en general se habla de la necesidad de dormir cada día entre 7 y 8 horas, aunque «hay que ajustarse a la edad de cada uno y tener en cuenta los cronotipos, (matutino, vespertino, búho) o si es una persona corto-durmiente o largo-durmiente». Hay que tener en cuenta además «hábitos regulares y balanceados de alimentación, hacer ejercicio, la exposición a la luz del sol, los horarios de acostarse y levantarse e intentar dormir las horas adecuadas».
Tampoco hay que estar pendiente de dormir 7 u 8 horas. Si un individuo con 7 horas se encuentra perfectamente al día siguiente, pues esas son sus horas adecuadas. Y si con 5 o 6 horas también se encuentra bien durante todo el día (corto durmientes) y no hay repercusión durante el día no es que tenga un insomnio o esté privado de sueño». Al contrario, pasa con la población infantil, que necesita más horas de sueño que un adulto».
Una perspectiva general de la habitación dónde se realizan los estudios de sueño en el Hospital Juaneda Miramar.
En cualquier caso, es importante recordar que si la persona se levanta con sensación de sueño no reparador y/o tiene somnolencia durante todo el día, podría estar sufriendo alguna de las múltiples patologías del sueño, por lo que debería consultar a un especialista, como el Dr. Sánchez, en la Unidad del Sueño de Juaneda Hospitales, y «jamás cronificar una toma de somníferos, que a la larga será más perjudicial que beneficioso para la salud».
La primera de las patologías que impiden que las personas puedan tener un sueño de calidad y que tengan dificultades en la conciliación o en el mantenimiento «es el Trastorno de Insomnio, que puede ser agudo o crónico. En segundo lugar, la Apnea Obstructiva del Sueño (AOS), que es el trastorno respiratorio durante el sueño más frecuente», explica el Dr. Cristian Sánchez. Y añade sobre otros trastornos:
«Las parasomnias son trastornos que ocurren durante la fase REM y no REM del sueño. Dentro de las últimas, encontramos el Terror Nocturno, el Sonambulismo y el Despertar Confusional. Las parasomnias de la fase REM son las pesadillas y el trastorno de conducta durante el sueño REM. Por otra parte, encontramos los trastornos del movimiento relacionados con el sueño y uno de los más frecuentes, es el Síndrome de Piernas Inquietas o Enfermedad de Willis-Ekbom».
Y concluye: «La privación de sueño o no dormir adecuadamente tiene repercusiones a nivel de la salud, algo que se ha demostrado mediante evidencia científica, ya que se presentan problemas como la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, el síndrome metabólico, riesgo de deterioro cognitivo (incluyendo la enfermedad de Alzheimer), el trastorno de ansiedad y el trastorno depresivo. Por todo ello, es importante que el sueño sea un pilar básico de la salud, como comer o cualquier necesidad fisiológica».
¿Qué hacer si tenemos problemas para dormir bien?
Ante la detección de problemas de sueño el paciente puede acudir a la Unidad del Sueño de Juaneda Hospitales, ubicada en el Hospital Juaneda Miramar, remitido por algún otro especialista, o por su propia iniciativa. Una vez allí «se le hará una historia clínica completa para ver toda la sintomatología que presenta y las posibles causas de sus problemas para dormir», explica el Dr. Cristian Sánchez, director de esta Unidad.
Y continúa: «Realizamos una anamnesis dirigida para conocer si tiene una adecuada higiene del sueño (horarios para acostarse y levantarse, si hace siestas…etc.), toda una serie de indicadores que nos van a orientar hacia qué patología puede tener el paciente. En último lugar, se le cita al paciente para realizar el estudio polisomnográfico nocturno (estudio de sueño), dependiendo de cada caso si amerita realizarse o no».
Una vez hechas las pruebas diagnósticas, «dependiendo del tipo de trastorno hay diferentes tratamientos. En el caso del insomnio, se tratará de forma multidisciplinar, ya que el tratamiento tiene que ir acompañado siempre con la terapia cognitivo-conductual que es de vital importancia. El tratamiento farmacológico se pautará dependiendo de cada caso».
«Por otro lado, en la apnea obstructiva del sueño, y de acuerdo a su grado de intensidad, se aplicará un tratamiento específico: puede ser postural, la utilización de un dispositivo de avance mandibular (DAM) o una máquina que a través de una mascarilla emite aire a presión mientras se duerme (CPAP)». En Juaneda Hospitales se desarrolla una medicina personalizada, adecuada a cada paciente y a la tipología concreta de su enfermedad.