La Unió de Llauradors ha solicitado a la Generalitat y Gobierno central que establezcan una serie de propuestas y medidas que sirvan para hacer frente a los graves daños registrados en las zonas rurales afectadas por los incendios forestales de la Comunitat Valenciana durante este verano y también otras para evitar que se produzcan en el futuro.
Las zonas de los grandes incendios ocurridos hasta la fecha este verano en la Comunitat Valenciana (Vall d'Ebo, Bejís, Les Useres o Venta del Moro) son «claramente rurales» donde, a parte de una gran masa forestal, existen también cultivos. Según ha informado la organización agraria en un comunicado, se evidencia que en todas las zonas afectadas por estos graves incendios «el despoblamiento avanza y el rejuvenecimiento es prácticamente nulo».
Por ello, La Unió ha resaltado la «importancia» de adoptar desde las instancias públicas una política «rural y ruralista que mantenga la población y la actividad agraria en nuestros pueblos como punto fundamental de mantenimiento de nuestros bosques, con incentivos sobre todo a los agricultores y ganaderos jóvenes que deseen trabajar y mantenerse en el sector».
La organización ya lamentó hace unas semanas «la falta de políticas efectivas para proteger la actividad rural y agraria en nuestras zonas más despobladas, pues las 172 poblaciones en riesgo de despoblamiento en la Comunitat Valenciana han perdido a lo largo de los últimos veinte años unas 12.300 explotaciones». Esto supone un 45% menos, y casi 47.000 hectáreas de cultivo, un 22% menos.
La Unió apuesta por trabajar «desde el territorio rural y con los habitantes». «Debemos huir de una vez por todas de las políticas ambientales de despacho para agradar a supuestos ecologistas de salón y que tanto los políticos con responsabilidades de gobierno como los funcionarios con gran experiencia, pero, no en pocas ocasiones, acomodados a las directrices de sus superiores, pongan todo el empeño en que esto, definitivamente, no vuelva a ocurrir y caigamos siempre en la lamentación cuando ocurren estas catástrofes», señala.
Ante los daños ocasionados, la organización considera que existen una serie de cuestiones que «deberían mejorarse» para estos y posteriores incendios «que de forma irremediable se producirán y que afectarán principalmente a monte, pero también a zonas cultivadas o abandonadas que antes se cultivaban y que han dejado de hacerlo por no tener relevo generacional o por falta de rentabilidad».
Como medida «más urgente», pide que, en la medida de lo posible, «se pueda acceder junto a los efectivos de bomberos a las granjas afectadas para dar agua y comida a los animales que han sobrevivido». En este sentido, agradece la colaboración de la Conselleria de Agricultura para llevar cubas de agua a las granjas que las necesitaban en la zona del incendio del Alto Palancia, tal y como solicitó hace unos días.
A juicio de la organización, sería importante que se presupueste anualmente una dotación económica «suficiente» para compensar a los propietarios de terrenos agrícolas que disponen de cuba de agua durante la siega y que se haya utilizado en la extinción de incendios o para suministrar agua a las granjas de las zonas incendiadas.
Cortafuego
La Unió exige también a la Generalitat y Gobierno central que destinen «ayudas directas a los agricultores y ganaderos afectados para que vuelvan a la normalidad productiva lo más pronto posible», pero también que destinen a las parcelas que se encuentran en zonas geográficas de peligro de incendio «ya que son el mejor cortafuego para evitar la posterior propagación».
También considera que la ganadería extensiva es fundamental para evitar los incendios forestales y, por ello, propone que se modifique la orden de ayudas para el control de la vegetación natural mediante el aprovechamiento ganadero extensivo «para hacerla menos enrevesada ya que ahora presenta muchas dificultades para poder cuadrar los lugares de pasto con la realidad del territorio». Además, sostiene que habría que agilizar su tramitación y resolución.
En casos como los incendios que se están sufriendo hay que establecer «urgentemente» corredores para el acceso a superficies de pastos y evitar sobrecostes por alimentación con piensos o paja.
La organización propone así mismo que se realice un seguimiento de las parcelas afectadas por un incendio y se compensen las pérdidas de producción en los años siguientes al siniestro por poda severa de recuperación o quema definitiva del cultivo.
Del mismo modo, pide ayudas a las personas propietarias de monte privado afectado por un incendio para su posterior limpieza. Sobre este punto, reclama que se presupueste anualmente una dotación económica «suficiente» para compensar a los propietarios de terrenos agrícolas que dispongan de cuba de agua durante la siega y que se haya utilizado en la extinción de incendios o suministrar agua a las granjas de las zonas incendiadas.
También solicita a la Conselleria de Agricultura que asuma la franquicia del seguro agrario correspondiente a este riesgo de incendio y de fauna salvaje. Sobre este aspecto de la fauna, demanda que se facilite, con la distribución de precintos, la caza en zonas post-incendio con elevada población de fauna salvaje para evitar más daños en las parcelas afectadas y no afectadas por la falta de alimento para los animales.
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