Miembros de la Congregación Religiosa Católica Fe y Esperanza ante la Subdelegación del Gobierno | Europa Press

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La Plataforma Nacional Derechos Humanos, la Congregación Religiosa Católica Fe y Esperanza y la Unión Esperanza Gitana por la Humanidad han entregado este martes un manifiesto en la Subdelegación del Gobierno en Granada denunciando «racismo» con la familia del investigado de 23 años que está en prisión provisional tras la muerte violenta de un joven de 19 años de Íllora, hechos tras los que fue, según han mantenido, expulsada de este municipio del Poniente de Granada, al que piden que pueda volver con «protección».

El padre Teodoro González, en nombre de la Congregación Religiosa Católica Fe y Esperanza, ha leído ante los medios el manifiesto, que ha entregado posteriormente a la subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro, y ha dado sus condolencias a la familia del fallecido, con la que ha señalado que está «todo el pueblo gitano».

El manifiesto aboga por la «convivencia pacífica» entre culturas sin que «puedan prevalecer diferencias» por lo que «hay que parar a los racistas y al racismo» haciendo una «repulsa unánime» como los «actos injustos» que indica se han producido en Íllora, en referencia a que el lunes, 15 de agosto, tras la muerte violenta del joven, se produjeron altercados en el marco de los cuales se causaron destrozos en viviendas de la familia del luego detenido y se volcaron coches, unos hechos por los que se identificó a varios vecinos y hay una investigación abierta.

González ha señalado que estas familias no pueden acceder a sus domicilios pero «les han tapiado las puertas de sus casas» y le ha pedido al alcalde de Íllora, Antonio Salazar, «protección» para estos familiares, algunos de los cuales han acompañado a estas asociaciones este martes ante la Subdelegación del Gobierno.

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Ha descartado que esta medida pueda tener que ver con una investigación a dos personas de esta familia tras ser halladas 250 plantas de marihuana en una de las viviendas, unos hechos que, a preguntas de los periodistas, ha dicho desconocer.

«Están durmiendo en coches» y en un pueblo cercano «querían lincharlos también» cuando «se corrió la voz» de que estaban allí, ha agregado, quien ha hecho hincapié que el padre «entregó a su hijo a la Guardia Civil» cuando supo lo acontecido y es partidario de que «pague» si es encontrado culpable.

«No fue una muerte premeditada sino una riña entre jóvenes» en la que se produjo una «fatalidad» después de que el detenido, al que se investiga por supuesto homicidio, fuera supuestamente a «defender» a un hermano que resultó con una «pierna rota», tras ser agredido «entre cuatro o cinco».

Por su parte, la subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro, en declaraciones a los periodistas, tras un breve encuentro con la Congregación Religiosa Católica Fe y Esperanza, ha señalado que se están siguiendo los «cauces» correspondientes con esta familia, desconociendo que las viviendas hayan podido ser tapiadas, y ha explicado que la investigación por los altercados sigue abierta, y, una vez finalizadas las diligencias, se pondrá «en manos» de la autoridad judicial.

El municipio va volviendo a la «calma» y ha pedido trabajar en esa «buena dirección», mientras se mantiene la vigilancia en Íllora, donde en los últimos días se han celebrado concentraciones sin incidentes, y a la espera también de que pueda haber nuevos actos reivindicativos.