El municipio de Íllora, de unos 10.000 habitantes en el Poniente de Granada, mantiene la calma este lunes, cuando se ha cumplido una semana de la muerte violenta de un joven de 19 años, tras recibir un golpe e impactar su cabeza contra un bordillo, hechos por los que se investiga por supuesto homicidio a un varón de 23 años, ya en prisión provisional, y por los que se suspendieron las fiestas patronales.
También ese lunes por la noche una concentración pacífica derivó en altercados en el marco de los cuales se causaron destrozos en viviendas de la familia del luego detenido por la muerte del joven y se volcaron coches, unos hechos por los que se identificó a varios vecinos y hay una investigación abierta.
La Guardia Civil mantiene la vigilancia en el pueblo, en coordinación con la Policía Local de Íllora, aunque con menos intensidad que en días anteriores, han indicado a Europa Press este lunes fuentes del Instituto Armado, tras un fin de semana en que no se han registrado incidentes ni denuncias.
Cabe señalar a este respecto que, aunque con momentos de calma tensa, tanto el funeral, el martes a última hora de la tarde, como las concentraciones que tuvieron lugar frente al Ayuntamiento tanto el jueves como el sábado, se desarrollaron sin incidentes de importancia, según las fuentes consultadas en el municipio estos días.
Respecto de la concentración del sábado, llegó a reunir a unas 3.000 personas, según fuentes de la plataforma convocante, denominada Unión Ciudadana de Íllora, que se creaba este pasado jueves, con el objetivo de «proteger» al municipio y sus habitantes de sucesos como el acaecido el lunes de madrugada, cuando tuvo lugar una pelea multitudinaria en el recinto ferial, que acabó con el crimen en una calle adyacente.
Asimismo, vecinos están enviando correos electrónicos con reclamaciones a la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz para denunciar la situación de «inseguridad» en que sienten que viven en Íllora, según ha confirmado Europa Press en fuentes de este organismo, que tiene ahora una semana para decidir si las admite a trámite, lo cual es lo previsible si están bien identificadas.
Desde la plataforma planteaban también que en Íllora hay una buena relación con el pueblo gitano ilurquense, que también sería víctima, han concluido, de la conducta de esta familia concreta, por lo que no hay un problema de «racismo» sino que el municipio ha estado «atemorizado» por «este clan».
Por otro lado, hay que señalar que la Sociedad Gitana Española, que se reunía este pasado viernes con el Defensor del Pueblo en el ámbito nacional, Ángel Gabilondo, y federaciones de asociaciones de mujeres gitanas presentaron distintas denuncias por supuesta vulneración de los derechos del pueblo gitano tras los altercados de hace una semana.
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