La marcha, a la que se han sumado numerosas personas, ha partido a la una de la tarde de la plaza Moyua con el lema 'Etxera bidea gertu' (cerca del camino a casa) y ha discurrido por las calles del centro de Bilbao coreando lemas como 'Euskal presoak etxera' (los presos vascos a casa), tras lo que ha concluido en las inmediaciones del Ayuntamiento con la lectura de un comunicado a cargo de los portavoces de Sare Joseba Azkarraga y Bego Atxa.
Tanto en este texto como en las declaraciones previas que han efectuado antes de la movilización, los representantes de Sare han valorado que se está avanzando «en la buena dirección» gracias a que se han compatibilizado «la política, el diálogo y los acuerdos» con la movilización social de personas de «distintas ideologías» pero que comparten «el objetivo de cambiar la situación» de los reclusos.
«Si los presos vascos están más cerca de Euskal Herria, es porque la inmensa mayoría de la sociedad vasca no está dispuesta a que en su nombre se continúen vulnerando derechos fundamentales en las cárceles», han remarcado.
Según han recordado, actualmente el 72% de los presos «están en Euskal Herria», lo que supone que se van «quemando etapas» y que «la denuncia, la movilización y los acuerdos de la mayoría social y política sirven para que los gobiernos y los estados se muevan».
No obstante, han subrayado que queda «largo camino por recorrer» y, en este sentido, han denunciado que «el 28% de los presos continúan alejados» y, además, «una parte importante de la justicia, incrustada en la Audiencia Nacional, está empeñada en impedir la normalización de la política penitenciaria».
Según han indicado, jueces y fiscales tienen «derecho de tener su ideología política» pero no a que «su ideología se aplique en sus decisiones judiciales que afectan a los derechos fundamentales» de los reclusos.
«No es de recibo la actitud de jueces y fiscales a 500 km de distancia de Euskal Herria, que pertenecen a órganos judiciales de excepción y que con su reiterada actitud desprecian a una sociedad como la nuestra, que lleva mucho tiempo demostrando que se pueda avanzar hacia la convivencia sin olvidar pero también sin odiar», han insistido.
Según han denunciado, «es precisamente esa justicia basada en el afán de revancha la que está llevando a cabo la AN cuando, un día sí y otro también, recurre las decisiones de las juntas de tratamiento de las cárceles en relación a la progresión de grado o el disfrute de permisos penitenciarios, la que está impidiendo, bloqueando sin justificación alguna la aplicación de una política penitenciaria ordinaria, sin excepciones».
En palabras de los convocantes, «se han quedado anclados en la confrontación y la revancha», en contra del «sentir» de la sociedad vascas«, que quiere »avanzar, construir tantos puentes rotos" y que apuesta por la convivencia.
Como «contraposición» a estas posiciones desde órganos judiciales, han valorado «la actitud de cada vez más víctimas de la violencia que exigen que, en su nombre o aprovechando su silencio, no se vulneren los derechos que asisten a las personas privadas de libertad».
Solución justa
El comunicado de la marcha concluye con la reivindicación de que «estamos obligados a lograr una solución justa para todas las víctimas de todas las violencias y a trabajar por el regreso a casa de los presos y exiliados» y emplaza a movilizarse de nuevo el 8 de octubre en San Sebastián.
«No pedimos otra cosa más que que se cumpla la ley general penitenciaria, la normativa penitenciaria y el reglamento penitenciario. De excepciones ninguna, simplemente el cumplimiento de la legislación», ha subrayado el exconsejero vasco Joseba Azkarraga, que ha expresado su deseo de que este año quede «finiquitada» la reivindicación de que «acabe la política de alejamiento», aunque ha precisado no tiene «ningún dato objetivo» que permita afirmarlo.
Según ha concluido, en el último mes, se han producido 22 acercamientos y se está, por tanto, «mejor que hace tres meses» pero el 28% de los reclusos que permanece en cárceles fuera «requiere una solución definitiva».
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