SEO/BirdLife ha anunciado que recurrirá la posible autorización de la planta solar Cartujos (Zaragoza) por parte del Departamento de Industria del Gobierno de Aragón. La ONG ambiental, tras estudiar la declaración de impacto ambiental emitida por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), considera que el proyecto genera un impacto «grave e irreversible» sobre poblaciones de aves esteparias amenazadas y los hábitats donde viven.
El proyecto se encuentra ubicado dentro de una IBA (Área importante para las Aves) Belchite-Mediana, declarada por BirdLife International.
Las IBA cuentan con sentencias por parte del Tribunal de Estrasburgo que instan a los Estados miembros a velar por su conservación, por lo que es de esperar que la planta solar deteriorará el hábitat a proteger.
Asimismo, se encuentra a escasos 300 metros de la Red Natura 2000, concretamente de la ZEPA Planerón-Lomaza, que alberga las mejores poblaciones de todo Aragón y de España de algunas especies amenazadas de aves esteparias, como el rocín y la ganga ibérica, así como de sus hábitats.
A tan poca distancia, una planta solar influye negativamente sobre las especies que entran y salen de la ZEPA. La distancia mínima debería ser de varios kilómetros según los estudios de impacto ambiental.
«Durante 2022 hemos celebrado el 30 aniversario de la Reserva Ornitológica de El Planerón de SEO/BirdLife. Pero resulta incompatible invertir en la conservación en una ZEPA, como hacemos en nuestra reserva, mientras se aprueben proyectos en áreas colindantes que afectan a esta misma zona y ponen en peligro los esfuerzos realizados», ha explicado el delegado de SEO/BirdLife en Aragón, Luis Tirado.
«Además, la planta solar Cartujos se encuentra dentro del Plan Especial de la Estepa de Zaragoza, que prohíbe expresamente los aprovechamientos energéticos. Sin embargo, ni el promotor, ni el Inaga han hecho caso a estas directrices», ha lamentado Tirado.
Especies amenazadas afectadas
La alondra ricotí --rocín en Aragón-- cuenta con un plan de conservación pendiente de aprobación desde 2006 debido a su grado de amenaza, que recoge dos poblaciones a menos de 2 kilómetros de la planta solar Cartujos.
Sin embargo, los estudios científicos determinan que la distancia mínima desde una perturbación, como una planta solar, hasta la población reproductora debe de ser de 4,5 kilómetros. Por lo tanto, este proyecto, «con seguridad, afectará a una especie considerada en peligro de extinción», ha alertado.
El sisón común y las gangas ibérica y ortega cuentan igualmente con un plan de conservación pendiente de aprobación desde hace más de 20 años, debido igualmente a su grado de amenaza.
«Concretamente --ha expuesto Tirado-- la situación del sisón en Aragón y en esta zona es alarmante. Se ha reducido la población en más de un 50 por ciento en 10 años, por lo que se le ha declarado en peligro de extinción. La planta solar incide directamente sobre los hábitats de estas tres especies impidiendo que se puedan reproducir o utilizar la vegetación y alimento que necesitan debido a la transformación del medio».
Impactos ambientales acumulados
Por otro lado, el parque eólico Baerla, en las inmediaciones de El Planerón, ya obtuvo una declaración de impacto ambiental negativa debido a la influencia perjudicial sobre poblaciones de especies de aves esteparias amenazadas. Por ello, «no se entiende que ahora el Inaga haya emitido una declaración positiva afectando a las mismas especies y espacios», a argumentado SEO/BirdLife.
En el entorno, tampoco se ha tenido en cuenta que hay multitud de proyectos que producen una sinergia negativa en el entorno: cultivos de pinos --que son incompatibles con especies esteparias--, líneas eléctricas, la vía del AVE, granjas porcinas intensivas y otros proyectos de energías renovables, por lo que ya no cabe un proyecto más de este tipo en un territorio que requiere de inversiones en ideas y propuestas sostenibles y compatibles con el medio agroestepario.
Renovables responsables
SEO/BirdLife está a favor de la implantación de energías renovables responsables, de aquellos proyectos que vayan acompañados de rigurosos estudios de impacto sobre los hábitats, la avifauna y otras especies, y que «garanticen su inocuidad» sobre los mismos, priorizando siempre aquellos lugares fuera del medio natural como terrenos urbanos o zonas degradadas y antropizadas.
En SEO/BirdLife trabajan desde 1993 para conseguir que el despliegue renovable se lleve a cabo de manera responsable, de modo que resulte respetuoso con los espacios y especies de alto valor natural, y participado por la ciudadanía.
Para ello, además de diferentes guías de buenas prácticas, junto con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se han elaborado dos documentos para contribuir a su desarrollo: un decálogo para unas renovables responsables y unas recomendaciones sobre zonas que deberían ser prioritarias para el desarrollo renovable y zonas que deberían quedar excluidas, ha indicado en una nota de prensa.
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