El Lehendakari Iñigo Urkullu, durante el primer consejo de Gobierno del curso político, en el Palacio Miramar de Donostia, a 30 de agosto de 2022, en Donostia-San Sebastián | Unanue - Europa Press

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El Lehendakari, Iñigo Urkullu, defiende «una agenda propia» en Euskadi para afrontar la nueva crisis global y poder «enfrentar los graves problemas y amenazas» desde «el esfuerzo común de agentes públicos y privados», así como desde «el acuerdo y la colaboración» de todos, más allá de «las lógicas diferencias ideológicas» y las «derivadas de la relación Gobierno-oposición». Además, expresa el compromiso de su Gobierno de «seguir trabajando hasta ver cumplido el Estatuto de Gernika en su integridad».

El Gobierno Vasco ha adelantado este lunes las líneas estratégicas que marcará Urkullu durante el pleno de política general que se celebrará en el Parlamento Vasco el próximo día 22, en el que se referirá al contexto en el que desarrolla la primera sesión plenaria de este nuevo curso político, en el ecuador avanzado de la legislatura, con la concatenación de tres crisis de carácter global: la crisis financiera de 2008, cuyos efectos parecían haberse superado cuando en marzo de 2020 se produjo la pandemia de la Covid, y la posterior «agresión unilateral» de Rusia a Ucrania.

El Lehendakari se compromete a hacer «todo lo posible para propiciar, alcanzar y ensanchar los acuerdos» desde las instituciones vascas, y subraya «la centralidad de las personas» y la necesidad de renovación del contrato social. «Para ello, es clave fortalecer nuestras instituciones, su interacción con la sociedad y proteger nuestro modelo de democracia y de vida en sociedad», añade.

Además, ante «la incertidumbre que domina el panorama internacional», asegura que Europa «vuelve a ser el referente geopolítico ante la cronificación de la invasión de Ucrania, la crisis de suministro energético y la inestabilidad internacional».

Iñigo Urkullu muestra su convencimiento, asimismo, de que «el ecosistema vasco es la red y base para seguir creciendo y generando oportunidades de empleo de calidad, sin dejar a nadie atrás» en Euskadi.

«Nuestra prioridad ante la crisis de Ucrania ha sido la defensa de los valores de la democracia y la libertad. Ha sido, también, priorizar la respuesta a la crisis energética y de precios. Hemos tratado de sumar esfuerzos para acoger a las personas afectadas y para amortiguar, en lo posible, los efectos en la actividad económica. Contamos con activos que venimos trabajando desde hace años», asevera.

De esta forma, alude a «la estabilidad, colaboración y acuerdo», a la transparencia y rendición de cuentas y «a la respuesta a los Objetivos de País». «Seguiremos trabajando y sumando fuerzas para avanzar en estos Objetivos de País a través del Modelo de Desarrollo Humano Sostenible», indica.

Agenda propia

A su juicio, en este contexto, «es fundamental para un país con firme voluntad de Autogobierno como Euskadi, contar con una agenda propia, bien definida, estructurada y actualizada, en un ejercicio permanente de lectura de la realidad global para establecer el mejor campo posible de actuación local».

Esta «agenda propia de Euskadi», según explica, responde a un diagnóstico, una estrategia y un programa «de acción compartido». En primer lugar, destaca las acciones en el ámbito de la cohesión social. «Hablamos del compromiso con las personas y las familias como eje, especialmente con quienes se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. Hablamos de la mejora permanente en la prestación de los servicios públicos», remarca.

En segundo ámbito lo sitúa en las acciones para el empleo, la industria, la inversión pública y el crecimiento sostenible. «Mejorar la competitividad industrial a través de la innovación es uno de los motores fundamentales para generar oportunidades de empleo de calidad», enfatiza.

En tercer lugar, se refiere al cambio climático y a las iniciativas a abordar para dar respuesta a este reto, que «son también relevantes en el impulso del desarrollo sostenible».

En cuarto lugar, se encuentra «el reto demográfico y la apuesta por la juventud» y manifiesta que el actual escenario «reclama políticas específicas de emancipación». «Apuesto decididamente por un nuevo Contrato Social Agenda 2030 Euskadi, alineado con el impulso global de Naciones Unidas y centrado en la perspectiva de las personas jóvenes», dice.

Ya en quinto lugar, cita la estrategia 'Euskadi-Basque Country'. «La internacionalización del país y la creación y difusión cultural van de la mano, y constituyen las dos caras de una misma moneda. Ahondar en nuestra cultura y personalidad y, al mismo tiempo, comprometernos y participar de la realidad global, forma parte de nuestra seña de identidad», destaca.

Escenario futuro

El Lehendakari afirma que el «escenario futuro es global» y señala que, «pese a las lógicas diferencias ideológicas, así como las derivadas de la relación Gobierno-oposición, teniendo en cuenta la configuración institucional de Euskadi, la estabilidad y la cultura del acuerdo y la colaboración constituyen un activo de nuestro país».

«He reconocido la disposición de los grupos políticos, así como de las y los máximos responsables ejecutivos institucionales de Territorios Históricos y municipios, para hacer efectiva la filosofía 'auzolana', la colaboración en pos del bien común que es Euskadi», reitera.

En su opinión, «es indispensable una gobernanza colaborativa en el contexto actual», como «lo es una Gobernanza eficiente y rigurosa que cuente con una hoja de ruta bien definida».

En este línea, precisa que esta «hoja de ruta viene marcada por tres hitos: presupuestos, programa legislativo y acuerdos de País». Para el Lehendakari, «los desafíos son urgentes» y se afrontan «procesos de transformación globales que aconsejan sumar fuerzas y favorecer la colaboración».

Autogobierno

Iñigo Urkullu afirma que «el concepto de autogobierno resiste incólume el paso de los años y mantiene su crédito y reputación». «Se ha convertido en punto de encuentro de una parte mayoritaria de la sociedad en tanto que refleja una manera de avanzar en el bienestar y la convivencia, una vía para construir una Comunidad política», mantiene.

Urkullu argumenta que, «en estos 43 años, ha cambiado la Constitución de la Unión Europea y también las propias Constituciones de los Estados miembros». «El principio de subsidiariedad y el concepto o el lema de 'Unidos en la diversidad' son ejemplos ilustrativos», añade.

Asimismo, señala que la Constitución Española, en estos años, se ha modificado en dos ocasiones «y el Estatuto de Gernika es el único que no se ha actualizado». «Seguiremos trabajando hasta ver cumplido el Estatuto de Gernika en su integridad», asegura con convicción.

Por último, el presidente del Gobierno Vasco insiste en que se viven «tiempos de crisis y de incertidumbre, para mostrar el mejor y más noble sentido de la política». «Necesitamos que su ejercicio real proyecte todo su valor y utilidad para enfrentar los graves problemas y amenazas que afectan a toda la sociedad. Sin el esfuerzo común de agentes públicos y privados no será posible acometer la ingente tarea que tenemos por delante», reitera.

El Lehendakari no olvida que en estos últimos dos años y medio se ha vivido por todos «un clima de preocupación» por la salud, al que se ha respondido «desde la solidaridad y la necesidad de cuidarnos y cuidar a las personas más próximas».

«Hemos podido disfrutar también de momentos de tranquilidad y convivencia con nuestras familias y amistades. Ahora, nos envuelve un clima de incertidumbre por el futuro de nuestro bienestar, como consecuencia de los presagios que se ciernen sobre la seguridad en Europa, la sostenibilidad de nuestro planeta, la carestía de la vida y la subida de los precios de la energía», proclama.

Por ello, sostiene que la «fortaleza» de los vascos como sociedad «radica en ser y actuar como un conjunto de personas concernidas por un proyecto social».