Retina Euskadi Begisare, que agrupa a asociaciones de personas con discapacidad visual de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava, ha lanzado una campaña para hacer visibles a las personas con baja visión y divulgar su realidad y el distintivo que las identifica. La acción se llevará a cabo con motivo del Día Mundial de la Visión, que se celebra el 13 de octubre.
A través de un comunicado, la agrupación ha informado de que la campaña utilizará diversos soportes con el objetivo de «visibilizar a las personas con baja visión y mejorar así la comprensión social hacia quienes tienen esta discapacidad».
La iniciativa servirá también para mostrar las ventajas de utilizar el distintivo «Tengo baja visión» a quienes puedan necesitarlo ya que, tal y como han explicado, utilizar este distintivo «facilita la interacción social y ayuda a evitar problemas de incomprensión».
Se considera que una persona tiene baja visión cuando ve menos del 30%. Sus síntomas se presentan en forma de visión borrosa, pérdida de la visión central, de la visión periférica o de una parte del campo visual.
La degeneración macular, el glaucoma, la miopía magna, la retinopatía diabética, la aniridia, la retinosis pigmentaria y otras distrofias hereditarias de la retina o la neuropatía óptica de Leber son algunas de las enfermedades que la causan y que no tienen cura. En España, más de un millón de personas tienen esta condición.
La baja visión no mejora utilizando la corrección óptica adecuada ni con tratamiento farmacológico o cirugía. La reducción de la visión dificulta o incapacita para la realización de tareas de la vida cotidiana.
Sin embargo, la mayoría de la población desconoce la existencia de personas con baja visión porque pasa inadvertida. «Este desconocimiento nos causa una gran incomprensión, sobre todo si, como ocurre a menudo, la persona con baja visión tiene unos ojos y mirada aparentemente sanos. A pesar de que podemos desempeñar algunas tareas cotidianas de forma autónoma, necesitamos ayuda o elementos de apoyo para realizar otras».
El distintivo «Tengo Baja Visión» ayuda a que las personas con esta discapacidad sean reconocidas como tales, evitando así interpretaciones erróneas cuando se comportan de manera extraña debido a su visión reducida. Esta condición visual conlleva, por ejemplo, no saludar a una persona conocida, no apartarse, caminar muy despacio, tropezarse, chocarse con un banco, una farola o un niño, no encontrar puertas de acceso o de salida, o preguntar por algo que es muy obvio para el resto.
El distintivo, que visibiliza la baja visión haciendo reconocibles a las personas que tienen la condición, se puede usar solo o acompañando al bastón blanco o perro guía, indicando con ello que quien lo usa tiene un resto útil de visión, es decir, que no es completamente ciega.
La idea de crear el distintivo surgió en el seno de Retinosis Gipuzkoa Begisare en 2013. Desde entonces, su uso se ha ido extendiendo hasta convertirse en una herramienta reconocida en toda España. Asociaciones de personas con discapacidad visual y profesionales de la oftalmología, la óptica o la rehabilitación visual han sido claves en su difusión.
En este sentido, desde el colectivo han explicado que quieren conseguir que «toda la sociedad conozca el distintivo porque es la forma de sentirnos incluidos, de dejar de tener miedo a salir a la calle por el temor que nos produce el rechazo. Quienes lo llevamos nos sentimos personas más comprendidas en situaciones en las que antes la gente se enfadaba con nosotros o surgían malentendidos» han añadido.
Retina Euskadi Begisare ha hecho asímismo un llamamiento a las propias personas con baja visión a que utilicen y recurran a este distintivo porque «cuantas más personas lo lleven más se conocerá, y por tanto más gente nos entenderá».
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