CHA critica que los PGE 2023 "retrasan aún más" las tres autovías pendientes en el Alto Aragón

Entre ellos han citado la variante sur de Huesca, el tramo de
la N-260 Fiscal-Túneles de Valupor y los 11,63 kilómetros de la A-21 Puente La Reina-Fago, con cifras que «no permitirán su licitación, o directamente la ausencia de partidas presupuestarias para los planes de restitución de Almudévar, Montearagón o Jánovas».

Palacín ha explicado que «son unos presupuestos que no reconocen la compleja realidad poblacional de Aragón, con un enorme coste adicional para prestar servicios en un territorio que supone un 10 por ciento del total del España, pero donde solo recibimos un 4,1 por ciento de los 13.443 millones destinados a ejecutar infraestructuras, menos de la mitad de lo que nos correspondería».

El presidente de CHA ha lamentado que el «Gobierno PSOE-Podemos/IU favorece, una vez más, a los territorios más poblados dejando atrás a Aragón».

La mayoría de las inversiones contempladas son una «repetición» de otros años, y ello lo demuestra que se contemple la A-14 hasta Benabarre, cuando los municipios de la zona acordaron recientemente con el Gobierno de España que la autovía solo llegará hasta Alfarrás, aunque «mucho más grave» es que se retrase la finalización de las autovías, en el corredor Huesca-Jaca-Pamplona, faltan por poner en servicio 40 de los 130 kilómetros, y no se hará en su totalidad en esta década.

«Por ello --ha indicado-- no entendemos como representantes del PSOE o Podemos aplauden estos presupuestos, cuando llevamos atrapados durante años en unos plurianuales que suponen un castigo para el Alto Aragón».

"no reblar"

Apartado especial merece, ha puntualizado, el «retraso» en la finalización de la A-22, esos 13,2 kilómetros cuyas obras han comenzado en verano de 2018 para finalizar en 2021, pero dos modificaciones han alargado el plazo primero un año y luego otro más, hasta finales de 2023, pero los 17 millones para 2023 y los 16,2 para 2024 auguran nuevos posibles retrasos en una obra que ha pasado de 51 millones a 84, sin que se haya producido ninguna dimisión, todo ello en un tramo «fundamental» para la vertebración y desarrollo socioeconómico de Aragón, puesto que por esta carretera en obras circulan 11.000 vehículos diarios, ha afirmado Palacín.

Por su parte, José Ramón Ceresuela, ha alertado de que «se siguen dilapidando millones para el recrecimiento de Yesa, mientras no hay nada para restituciones territoriales ya sean ligadas a Jánovas, Almudévar o Montearagón». «Si el Gobierno PSOE-Podemos/IU entiende por transición ecológica enterrar millones en Yesa, por justicia social, dedicar cero euros a restituciones, o por cultura suprimir la partida para apoyar a las lenguas minoritarias, mal vamos».

Respecto a este último asunto Ceresuela ha lamentado «que haya desaparecido la partida aprobada en los presupuestos de 2022 para apoyar las lenguas del Estado protegidas por la Carta Europea de Lenguas Minoritarias, de la que Aragón »sale beneficiado", tras aprobarse una enmienda en el Senado presentada por Carles Mulet de Compromís a instancias de CHA.

No obstante el secretario territorial de CHA, ha destacado que «la parte positiva de los presupuestos para el Alto Aragón es que hay casi 70 millones de euros para la renovación del tramo ferroviarios de Huesca a Canfranc, y se han felicitado por esa inversión, »en buena medida, por la labor durante las dos últimas legislaturas, desde el Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, responsabilidad de José Luis Soro", han apostillado.

Los representantes de CHA han concluido recordando que en la tramitación parlamentaria, CHA presentará enmiendas, a través de Compromís, con el objetivo de intentar mejorar estas «decepcionantes e insuficientes» cifras, rescatando proyectos olvidados por el Gobierno de España en el Alto Aragón, además de seguir haciendo seguimiento de todos los proyectos que se eternizan en los PGE.

«No reblaremos, continuaremos --han avanzado-- preguntando y denunciando retrasos en estas infraestructuras, algunas de las cuales a este paso somos conscientes que las disfrutarán nuestros descendientes».