Arranz ha formulado una pregunta en este sentido al consejero en la sesión plenaria de las Cortes autonómicos, donde ha afirmado que la expansión del cormorán grande «asola nuestros ríos». Ha comentado que en Cantabria este ave experimentó un importante crecimiento en 2007 que finalmente se ha regulado «en cierto modo».
Ha dicho que los cormoranes no son una especie cinegética, pero tampoco amenazada, y están protegidos por la Directiva Europea de Aves, añadiendo que era una especie marina que ahora está «depredando» los ríos incluso en zonas de alta montaña.
«La única manera legal de saltarse el blindaje es acreditar un perjuicio ocasionado por la especie», ha continuado Arranz, quien ha comentado que los pescadores deportivos han solicitado permiso para cazarlos, lo que ha denegado el INAGA.
Al respecto, Joaquín Olona ha explicado que en 2007 el Gobierno de Aragón emitió una Orden para autorizar el control poblacional, pero posteriormente el TSJA la anuló.
«Ese marco jurídico ya no lo tenemos», ha indicado, añadiendo que es «inviable» aplicar la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad para controlar esta especie.
«Es muy complicado», ha dicho, manifestando que «el INAGA hace lo que puede», haciendo notar que el daño económico que crea el cormorán grande «es muy difícil de justificar».
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