Según ha informado la Guardia Civil en una nota, fue el comandante del vuelo quien dio aviso al Centro de Coordinación de Operaciones debido a las actitudes agresivas de los tres viajeros dentro de la aeronave.
Tras notificar el incidente a los agentes de la Sección Fiscal y de Fronteras del aeropuerto de Bilbao, responsables de la custodia y seguridad del aeródromo y requerir su presencia, los agentes personados localizaron a tres personas, con claros síntomas de embriaguez.
Los tres viajeros, según manifestaciones del comandante de la aeronave, habían incumplido las directrices encaminadas a preservar la seguridad en el despegue, ignorando en todo momento las indicaciones de la tripulación.
El piloto decidió suspender la maniobra de despeque, ya que por las actitudes que mostraban y el estado en el que se encontraban, «no estaba garantizada la seguridad de la tripulación ni la de los pasajeros durante el trayecto del vuelo», según ha explicado la Guardia Civil en su comunicado.
Por estos hechos, los agentes desalojaron a las tres personas y la aeronave pudo iniciar el despegue, iniciando el mismo con un retraso de alrededor de un cuarto de hora.
Los tres pasajeros conflictivos han sido denunciados a la Ley 21/2003, de 7 de julio, de Seguridad Aérea por no atender las órdenes del personal aeronáutico dirigidas a preservar el orden y la seguridad de las actividades aeronáuticas. Los individuos pueden ser sancionados con hasta 90.000 euros de multa por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
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