Navarro ha comparecido este miércoles ante el pleno de Les Corts para exponer sus líneas de trabajo en los seis meses «decisivos» que quedan de legislatura, un mes después de su nombramiento tras el cese de su predecesora, Mireia Mollà.
En general, ha asegurado que tiene por delante «mucho trabajo» y se ha marcado como retos garantizar el derecho humano de acceso al agua, preservar la salud del entorno para dejar un legado de «futuro y presente» y contrarrestar los daños al ecosistema que suponen «importantes amenazas para la salud pública».
En materia medioambiental, la consellera ha lamentado los acuerdos «poco ambiciosos» que alcanzó la semana pasada en Egipto la Conferencia por el Cambio Climático de Naciones Unidas, pero ha reconocido el compromiso de la UE por la descarbonización.
Es algo en lo que ha garantizado que el Consell lleva tiempo trabajando y que se impulsará con iniciativas como la 'ruta valenciana del biogás', que pretende instalar en los próximos años un mínimo de cien plantas que transformen residuos en biogás.
En esta línea, ante la «ausencia de democracia energética en España», Navarro ha defendido que la Generalitat tiene una oportunidad para cambiar ese modelo fomentando el autoconsumo, el ahorro doméstico y las comunidades energéticas locales con más asesoramiento.
Paralelamente, se ha comprometido a impulsar medidas para lograr el objetivo del 'residuo cero', mediante la restauración de antiguos vertederos «abandonados por el PP» antes de 2015. «Continuaremos siendo una de las autonomías que mejor gestiona sus residuos», ha aseverado.
Todas las montañas ordenadas en 2026
Respecto a prevención de incendios, la consellera ha resaltado que solo faltan 30 ayuntamientos por presentar los planes locales obligatorios desde 2005 y que la Generalitat está a la espera de las aportaciones de las tres diputaciones provinciales para el nuevo fondo de cooperación que arranca en 2023.
También se ha marcado como reto que en 2026 «todas las montañas estén ordenadas», según ella como la primera autonomía en lograrlo, y por lograr que la isla de Tabarca sea reserva de la biosfera de la UNESCO. Para ello ha recordado que es necesario el acuerdo del Ayuntamiento de Alicante.
Sobre el agua, ha rechazado «entrar en guerras de agua demagógicas», en alusión al trasvase Tajo-Segura, y ha abogado por garantizarla «para todos y a un precio razonable», así como por garantizar la supervivencia de ríos como el Xúquer y por «recuperar el Vinalopó».
Acusa a madrid de no depurar el agua
Por contra, Navarro ha acusado a la Comunidad de Madrid de no depurar el agua, lo que «perjudica» a los valencianos y hace que «como siempre, el Gobierno salga a su rescate». «Aquí se paga el canon de saneamiento y allí ni existe», ha recalcado.
En alimentación ha apuntado a los agricultores, ganaderos y pescadores como «agentes centrales en la lucha contra el hambre» y ha reivindicado un cambio de dieta para potenciar el consumo de productos valencianos. «Los supermercados no deben elegir nuestra dieta, debemos ser nosotros», ha aseverado, y ha llamado a fomentar la presencia de jóvenes y mujeres en el mundo rural.
Además, ha destacado que la nueva Política Agraria Común (PAC) que entra en vigor en 2023 tiene en cuenta «muchas reivindicaciones» de la Comunitat y ha deseado que la agencia valenciana de control alimentario se ponga en marcha lo antes posible para «prohibir por ley» que los agricultores vendan por debajo del coste de producción.
La titular de Agricultura ha defendido que la Comunitat está «preparada para lo que pueda pasar» con las plagas y ha avanzado que próximamente se reunirá con el sector apícola para «diseñar nuevas medidas», que impulsará un segundo plan de transición agroecológica y que habrá una línea de ayudas para cultivos afectados por la guerra de Ucrania.
La oposición no confía en navarro
Durante el debate, la oposición ha denunciado que el discurso ha estado plagado de «vaguedades y generalidades» y ha dudado que Navarro (Compromís) suponga un avance respecto a Mollà.
Miguel Barrachina (PP) ha urgido al gobierno del Botànic a ponerse de acuerdo sobre las energías renovables, ha rechazado su «'madrileñofobia'» y ha preguntado a la consellera si va a reclamar la «deuda hídrica del socialismo» por el recorte de agua trasvasada para regadío a Alicante.
Emigdio Tormo (Cs) ha acusado a la Generalitat de «dejar morir al campo» y a Navarro de decir «lo mismo que Mollà» en los últimos años, mientras José Luis Aguirre (Vox) se ha hecho eco de las quejas de los agentes medioambientales por sus condiciones laborales.
En su réplica, la consellera ha remarcado que ella viene a hablar de futuro y no pasado, ha garantizado que conoce al sector primario por su pueblo y ha advertido al PPCV sobre la postura de «su líder», Alberto Núñez Feijóo, con los trasvases.
"queremos puertos controlados, no guantánamos"
Ha hecho hincapié en señalar a «quién apoya» en Europa los tratados comerciales perjudiciales para los productos valencianos y también a quién está a favor de «la ampliación de un puerto que daña nuestros cultivos y nuestro medioambiente», en alusión a Valenciaport. «Queremos controlar los puertos y no que sean 'guantánamos' en nuestras ciudades», ha enfatizado.
Entre los grupos del Botànic, el socialista David Calvo ha destacado el trabajo de la anterior consellera y Beatriu Gascó (UP) ha llamado a fortalecer la interprofesional Intercitrus, una necesidad que ha reconocido Navarro.
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