La Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública ha detectado 13.130 casos de violencia de género a través del programa de cribado de detección contra la violencia de género que se implantó de forma piloto en varios departamentos en 2013 y se generalizó a todos en 2015. Los datos se dan a conocer con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre.
«La violencia machista no tiene cabida en nuestra sociedad; es una lacra que debemos combatir desde todas las esferas. En el entorno sanitario, contamos con una herramienta que se ha revelado de lo más efectiva: el cribado de detección contra la violencia de género. Desde su puesta en marcha, más de 530.000 mujeres han participado en las entrevistas que se realizan en los centros de Atención Primaria y Urgencias hospitalarias, con un 2,5 por ciento de casos positivos», ha detallado en un comunicado el conseller de Sanidad Universal y Salud Pública, Miguel Mínguez.
En lo que llevamos de año, los registros provisionales indican que se han realizado un total de 48.335 cribados y se han cumplimentado 4.150 informes médicos de presunta violencia de género en la Comunitat Valenciana. Por provincias, son 25.970 cribados en Alicante, 18.413 en Valencia y los 3.952 restantes en la provincia de Castellón.
Estos cribados han permitido aflorar 1.194 casos de violencia de género (522 en Alicante, 537 en Valencia y 135 en Castellón). Se trata de cifras similares a las de antes de la pandemia, en 2019, cuando se registró un total de 1.422 casos positivos de violencia de género.
Por tipo de maltrato, en lo que va de año ha habido 1.145 casos de violencia psicológica, 591 agresiones físicas y 187 de violencia sexual. La suma supera los 1.194 casos porque hay ocasiones en que una misma paciente es víctima de varios tipos de violencia.
La Comunitat Valenciana cuenta con un Protocolo de Atención a la Violencia de Género y varias guías de actuación para orientar a los y las profesionales del sistema sanitario a la hora de detectar activamente los casos sospechosos, intervenir en ellos y hacerles seguimiento (protocolo de atención sanitaria a víctimas de violencia de género en los servicios de urgencia o el protocolo de atención a las agresiones sexuales, entre otros).
«La mujer espera en una sala separada para que pueda estar tranquila y, en menos de 30 minutos, pasa por triaje. Si hace falta explorarla, la acompañamos hasta la consulta y, además de la valoración física, entra en el Sistema de Información Violencia de Género/Doméstica. En esta aplicación hay un cuestionario de valoración de riesgo. Si la puntuación es alta, llamamos a las fuerzas de seguridad, si no están ya con la mujer, y se gestionan los recursos necesarios, por ejemplo, un Centro Mujer 24 horas. Además, siempre hacemos una interconsulta con Trabajo Social para el seguimiento de los casos», ha explicado Elena Martínez Morcillo, médica adjunta en el Servicio de Urgencias de La Fe.
Otros agentes
En este sentido, como adelanta Martínez Morcillo, el circuito sanitario se complementa y coordina con otros agentes intervinientes y servicios especializados (no sólo Trabajo Social o los Centros Mujer 24 horas sino también la Oficina de Asistencia a la Víctima del Delito, los juzgados de violencia de género y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, entre otros).
Además, un eje fundamental en el abordaje de la violencia contra las mujeres es la formación y sensibilización del personal sanitario. En este sentido, a través de la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud (EVES), adscrita a la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, se imparte formación especializada, y ya han participado más de 17.000 profesionales.
«En los cursos se detallan, entre otros contenidos, los signos ante los que hay que estar alerta: nerviosismo, cómo se comporta la pareja de la posible víctima, lesiones físicas, indicadores gineco-obstétricos*», ha indicado Martínez Morcillo.
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