Los hechos ocurrieron sobre las 17.00 horas de este sábado, cuando los agentes fueron alertados por la Sala del 091 para que acudiesen a una calle de la ciudad, donde según varios testigos una mujer estaba caminando por la calle con evidentes síntomas de embriaguez. Al parecer, la mujer cruzaba los semáforos en rojo, lo que obligaba a los vehículos a frenar para evitar un atropello.
Los policías acudieron rápidamente al lugar, donde localizaron a la mujer que mostraba signos de haber ingerido alcohol, pues tenía que apoyarse en las paredes y escaparates para no caer al suelo. Además, llevaba un carrito gemelar con dos niños en su interior, han indicado las fuerzas y cuerpos de seguridad en un comunicado.
Cuando los agentes se acercaron para identificarla, la mujer comenzó a insultarles y a levantarles la mano en actitud amenazante. Los policías le solicitaron el teléfono de alguna persona que se pudiese hacer cargo de los menores, pero ella se negó reiteradamente a colaborar, si bien finalmente aportó el número del padre de los niños, al que se les entregó.
Varios testigos manifestaron a los agentes que la mujer había cruzado semáforos en rojo con los menores, lo que había obligado a los coches a frenar para no atropellarlos. Además, los policías observaron que los niños se encontraban en un «estado de descuido», con las «prendas de vestir sucias y gran mucosidad en la cara».
Por todo ello, los agentes detuvieron a la mujer como presunta autora de un delito de abandono de menor.
Una vez introducida en el vehículo policial, la detenida comenzó a propinar golpes al coche, darse cabezazos contra la mampara y pegar patadas a los agentes, hechos por los que también se le imputa un delito de atentado al agente de la autoridad.
La arrestada ha pasado ya a disposición judicial.
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