Cerca de una cuarentena de tractores se han vuelto a manifestar este sábado en Biescas para rechazar el proyecto de soterramiento de una línea de alta tensión --que atravesaría toda la Tierra de Biescas-- y serviría para evacuar la energía generada por un macroproyecto de placas fotovoltaicas, todavía pendiente de resolución, y que se instalarían desde Senegüé a Sabiñánigo y desde esta localidad a Jaca, además de en los alrededores de la capital de La Jacetania.
Los tractores de agricultores de la Tierra de Biescas --que incluye además Orós Bajo, Orós Alto y Oliván-- y de otras localidades próximas como Escuer, Senegüé y Larrés, han partido desde la zona industrial de Biescas para atravesar el casco urbano y concentrarse en la plaza del Ayuntamiento, donde han protagonizado una sonora pitada para animar a los vecinos a concentrarse.
Precisamente, delante del Ayuntamiento cuelga una pancarta desde hace varios días, que se mantendrá hasta que se desestime finalmente este proyecto, en la que se puede leer 'No más líneas de alta tensión'. Es el mismo lema del cartel de la entrada de Biescas, que da la bienvenida a los visitantes y que también permanecerá durante un tiempo.
A las 12.00 horas se ha dado lectura al manifiesto, que ha corrido a cargo de una de las afectadas por este proyecto, Maite Cotí, quien ha estado arropada por los vecinos de todas estas zonas, ya que la línea de alta tensión soterrada atravesaría fincas de uso agrícola y ganadero que son el medio de vida de parte de los habitantes de la Tierra de Biescas. También han acudido vecinos de Sabiñánigo y Jaca, a los que les afectaría el proyecto de instalación de placas solares en sus campos.
En declaraciones a Europa Press, Maite Cotí ha dicho que sienten «la satisfacción del deber cumplido» y por la respuesta de los vecinos a la movilización. No obstante, ha expresado que existe «cierta intranquilidad sobre cómo se va resolver el asunto». «Se hace todo lo que está en nuestra mano y confiamos en que tener el éxito esperado», ha apostillado.
España vaciada
En la lectura del manifiesto, en la terraza frente al Ayuntamiento desde la que se divisa la plaza, Mate Cotí ha recordado que esta movilización se debe a que «tenemos el suficiente valor para defender nuestra tierra, que se empeñan en maltratar, en vaciar, porque estamos cansados de especuladores que vienen de fuera y que en forma de cemento, pilonas y placas nos dejan maltrechos mientras otros se llenan los bolsillos».
En su discurso ha recordado que en la Tierra de Biescas ya hay tres líneas de alta tensión y dos pantanos que «no aportan ningún beneficio para los vecinos de esta zona» y se ha preguntado «por qué no se promociona otra forma de utilizar la energía de proximidad allí donde se produzca el consumo».
Dado que la energía que se produce en esta zona «es suficiente para el autoabastecimiento», ha cuestionado «por qué en la España vaciada hay que soportar expropiaciones y servidumbres perpetuas para proporcionar energía a otros territorios».
Maite Cotí ha alertado de que se pretende realizar un proyecto en el que las placas fotovoltaicas «no son más que una distracción para crear una red de distribución y conectar sus instalaciones privadas» con el punto de acceso a la Subestación Eléctrica de Biescas mediante una línea «desmesurada e innecesaria». «Además, --ha subrayado-- no ha quedado plasmado ni el uso ni viabilidad de las placas a largo plazo».
Lo que sí ha quedado demostrado, ha dejado claro, es que el proyecto «enriquecerá a empresas externas de la comunidad autónoma y, además, a los políticos que han hecho viable el proyecto». «Todo esto silenciando al pueblo en las redes de comunicación autonómicas, radio, televisión, etc. Por eso, solicitamos al Gobierno de Aragón, que se debe a nuestro Estatuto de Autonomía, y como tal, a la defensa de los derechos de los aragoneses, su amparo por lo expuesto».
Reserva de la biosfera
Tras señalar que la zona afectada es 'Reserva de la Biosfera Ordesa-Vignemale', lo que reconoce que existe una gran biodiversidad de flora y fauna que enriquecen el ecosistema, ha apuntado: «No podemos permitir llenarlo de placas y cables que lo perjudiquen, conociendo que alberga unos hábitats de gran interés para especies de flora y fauna, y el impacto visual que ello conllevaría».
«Es fácil --ha dicho-- tramitar proyectos en los pueblos al pensar que están despoblados o no tienen fuerza suficiente para defenderse, y no se dan cuenta que en realidad son el verdadero sustento del país».
Al respecto, ha citado que la ganadería, la agricultura y el turismo son los «pilares fundamentales» de los pueblos. "Las gentes
que viven aquí mantienen y conservan la naturaleza, y están desapareciendo. Por eso deberían apoyarnos en vez de perjudicarnos", ha exclamado.
Cotí ha trasladado la solidaridad de la Tierra de Biescas hacia los agricultores que «también se ven afectados» por la implantación de las placas fotovoltaicas en terrenos cultivables de las zonas de Sabiñánigo y Jaca, que van a ver «mermada» su producción a causa de la «especulación» de las empresas. «Estas empresas --ha relatado-- ofrecen un dinero al agricultor que saben que no puede alcanzar mediante su trabajo, con contratos temporales con los que al final quedarán inservibles las tierras para cualquier actividad».
"no nos reblarán"
En su intervención ha incidido en que no están en contra de las energías renovables, pero sí reclaman que se implanten de «forma sostenible» y priorizando el medio ambiente y el paisaje que representan la forma de vida de los pueblos.
«Es la batalla de David contra Goliat», ha resumido, para criticar que estas empresas, en las que en su denominación figura la palabra 'Serrablo', tienen su domicilio en la calle Goya de Madrid.
«Han dicho que los que nos oponemos a su proyecto somos pocos pero muy activos. Les decimos --ha advertido-- que aún no lo saben bien, porque somos aguerridos montañeses, curtidos en la dureza, que nos cuesta pero cuando nos ponemos en marcha podemos ser imparables».
Antes de concluir ha exclamado: «Montañeses unidos, no nos reblarán». Una frase que ha provocado la ovación y aplausos de los vecinos.
Esta movilización se producido un año después cuando en octubre de 2021, cerca de medio centenar de tractores salieron a las calles para rechazar este proyecto. Entonces, protestaron porque la línea de alta tensión prevista era aérea y ahora la empresa promotora propone soterrarla, lo que supone una diferencia de 12 millones de euros, pero también comporta importantes daños para los agricultores y ganaderos, además de para el sector turístico que, en parte, vive del atractivo de un paisaje de montaña.
En esa primera convocatoria lograron reunir más de 1.500 firmas en contra de la línea de alta tensión que se suman a las 730 que han rubricado la alegación contra el soterramiento de este proyecto y que ya entregaron el pasado mes de noviembre en la Delegación Territorial del Gobierno de Aragón en Huesca.
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