El portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, insistía días atrás en el 'no' de su grupo al presupuesto presentado por PP y Cs, sin haber presentado ninguna enmienda a la totalidad ni parciales --sí a las ordenanzas fiscales--, reclamando que no solo las furgonetas B sino «todos los vehículos sin etiqueta» puedan entrar en la almendra central.
Vox demostraría así que la propuesta del Gobierno para incluir una moratoria para las furgonetas B en el acceso a la zona central de bajas emisiones --vía disposición transitoria en la ordenanza de Limpieza, que pasará por el Pleno ordinario de este martes-- se les quedaría corta para dar su 'sí' al presupuesto.
El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, fue tajante contra Ortega Smith esta misma semana, cuando le acusó de «secuestrar la voluntad» de los madrileños al haberse convertido en «una nueva versión del 'no es no' de (presidente de Gobierno) Pedro Sánchez». Reiteró que «es inexplicable la postura de ni siquiera sentarse a negociar», ya que «lo único que consigue es ser un aliado de Pedro Sánchez en su batalla contra Madrid».
Vox vota 'no' en comisión de la asamblea
Al mirar a la Asamblea de Madrid tampoco parece que las cuentas le vayan a salir al tándem municipal PP-Cs. El Grupo Parlamentario de Vox ha tumbado este viernes en comisión el Proyecto de Presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2023 y será ahora la Mesa de la Asamblea la que tendrá que decidir si el dictamen desfavorable se debate y vota en los próximos Plenos del 21 y 22 de diciembre.
La convocatoria de la comisión extraordinaria de Hacienda da el pistoletazo de salida a la cuenta atrás para la celebración de un Pleno que tendría que aprobar, por un lado, las ordenanzas fiscales, que Vox sí podría apoyar y, por otro, el presupuesto, donde la tensión entre los de Ortega Smith, Almeida y Begoña Villacís es evidente.
Vox no ha presentado ninguna enmienda al presupuesto, al contrario que el resto de las formaciones políticas en la oposición. Tres son las enmiendas a la totalidad, de Más Madrid, PSOE y Grupo Mixto, que el año pasado apoyó las cuentas de Almeida, con el coste político que les supuso en forma de dimisión del concejal Felipe Llamas por no estar de acuerdo con esa decisión. El principal grupo de la oposición ha presentado 192 enmiendas parciales y el PSOE 177.
Cibeles ya vivió dos prórrogas
La sombra de la prórroga presupuestaria sigue planeando sobre el Palacio de Cibeles. De producirse no sería la primera en Cibeles. Fue en el mandato anterior, con Manuela Carmena como alcaldesa, cuando el presupuesto tuvo que ser prorrogado hasta en dos ocasiones.
La primera fue en 2016 de cara a las cuentas de 2017 hasta conseguir el apoyo de sus socios, los socialistas de Purificación Causapié, dos meses después del calendario habitual, en febrero. Se convertía así en la primera prórroga del Ayuntamiento de Madrid en la historia de la democracia.
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