Las técnicas utilizadas para obtener los vehículos, que posteriormente vendían en otros países europeos, principalmente en Francia, eran la sustracción y la apropiación indebida a través de contratos de renting, leasing y alquiler temporal, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
Esta operación también ha permitido acreditar la existencia de vínculos del entramado con otras actividades delictivas al facilitar vehículos a personas supuestamente relacionadas con el tráfico de drogas mientras a estos les constaba la titularidad de las empresas de renting.
A los 15 arrestados se les han imputado delitos de pertenencia a organización criminal, apropiación indebida, falsedad documental y robos de vehículo, que se cometieron desde 2019 hasta el pasado mes de noviembre, fecha en la que tuvo lugar la última sustracción investigada. Los agentes no descartan nuevas detenciones.
Las pesquisas se iniciaron en julio de 2020 cuando los agentes recuperaron en Alicante un vehículo de alta gama que había sido denunciado como sustraído un mes antes en el municipio alicantino de la Vila Joiosa. Los hechos sucedieron en un parking comunitario donde se sustrajo un segundo turismo de características similares.
Desde estos dos robos, los agentes iniciaron gestiones que permitieron acreditar que existía una organización criminal muy especializada y duradera en el tiempo. También identificaron conexiones de esta banda con el tráfico internacional de vehículos al detectar un flujo de vehículos que no solo colocaba a España como origen sino también como destino.
Distintas procedencias
En esta línea, en territorio nacional han localizado vehículos procedentes de países como Francia, Estonia, Italia o Reino Unido. En el primer caso, el destino de los coches era su despiece y venta en el mercado negro, o bien la alteración de sus elementos identificativos, lo que se conoce como «maquillado», y su matriculación con documentación falsa para, posteriormente, venderlos fuera de España, principalmente en Francia.
La segunda de las vías empleadas era la apropiación indebida de vehículos a partir de contratos de renting, leasing y alquiler temporal que no pagaban. Esto suponía el fraude a la empresa propietaria o financiera afectada y, posteriormente, procedían a su matriculación en un tercer país a través de documentación falsificada.
Este modus operandi de la organización respecto a la sustracción de los vehículos de alta gama y su posterior comercialización en el mercado negro revela la «gran profesionalidad y alta especialización» que tenían sus miembros, que actuaban siempre de forma minuciosa y coordinada", según detalla la Policía Nacional.
Goelocalización para conocer rutinas
En primer lugar, seleccionaban cuidadosamente los vehículos a sustraer. Para ello, utilizaban dispositivos de geolocalización (balizas) para obtener información sobre las rutinas de su propietario y poder establecer el momento idóneo para efectuar el robo.
A continuación, hacían uso de herramientas y dispositivos específicos que les permitía tanto inhibir las señales de alarma como abrir el vehículo. Una vez dentro, gracias a sofisticados dispositivos electrónicos, clonaban la llave.
Otro de los hechos que lleva a la Policía Nacional a determinar que los integrantes de la banda poseían una alta tecnificación es que sustraían vehículos de distintas marcas, cuando cada una de ellas requiere dispositivos y técnicas diferentes de apertura y clonado de llaves.
Una vez efectuada la copia de la llave, en el mismo momento o días después, sustraían el vehículo «en cuestión de segundos». Posteriormente y siempre antes de introducirlos en talleres o garajes subterráneos, los dejaban «enfriar», esto es, los guardaban durante unos días en la vía pública para asegurarse de que no llevaban dispositivos no eliminados que posibilitaran al propietario o a la policía su localización.
A partir de ese momento, lo trasladaban a un lugar seguro donde era «maquillado»: suprimían sus elementos identificativos -principalmente matrícula, bastidor y documentación- y le creaban unos nuevos para dotar al vehículo de otra identidad.
Por último, una vez que el vehículo había sido «doblado» y documentado, era reintroducido a la circulación, de forma que se ponía a la venta llegando a compradores de buena fe que ignoraban la procedencia ilícita del mismo.
La investigación policial se ha desarrollado en tres fases. Las dos primeras, entre 2020 y 2021. En la primera de ellas, los agentes actuaron sobre el tráfico de vehículos objeto de leasing con reserva de dominio y detuvieron a dos personas. En este caso detectaron una mercantil utilizada para obtener vehículos que eran matriculados y transportados a Francia de forma fraudulenta.
La segunda fase fue dirigida al tráfico de vehículos objeto de renting y finalizó con la detención de cinco personas. Con la misma mercantil detectada unos meses antes contrataban vehículos en su modalidad de renting que eran, igualmente, matriculados y transportados a Francia de manera fraudulenta.
La tercera y última fase operativa, desarrollada en diciembre, se centró en el tráfico de vehículos objeto de robo. Tras localizar el lugar de ocultación y «maquillado» de los vehículos, los agentes realizaron varios registros en los que intervinieron vehículos sustraídos y numerosas piezas y documentación relativa a otros turismos.
También incautaron efectos empleados en el robo de los coches, como equipos de transmisiones, localizadores GPS o dispositivos para la apertura y clonado de llaves de vehículos. Fruto de esta fase fueron detenidas ocho personas más.
Cuantiosos beneficios económicos
La investigación ha puesto de manifiesto que todos los eslabones del entramado obtenían cuantiosos beneficios con la venta de vehículos. Por otra parte, mediante la venta ilegal de los coches, algunos de los investigados compraban otros vehículos en el extranjero que, una vez matriculaban en España, vendían. De esta forma blanqueaban el dinero que habían obtenido de forma ilícita.
En total, además de los 17 vehículos intervenidos los agentes se han aprehendido de numerosa documentación y componentes de otros turismos, herramientas y documentos utilizados en los robos y falsificaciones de los mismos, llaves, y 6.500 euros en efectivo.
Paralelamente, se han recuperado vehículos en otros países de Europa, principalmente en Francia, país en el que parte de la organización se encontraba asentada, lo que ha permitido que las autoridades francesas hayan realizado varias detenciones y se hayan incautado también de vehículos de origen español.
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