El crecimiento económico del tercer trimestre se ha ralentizado en Aragón, aunque ha mejorado la media del año 2022, según se recoge en el Boletín trimestral de coyuntura elaborado por el Consejo Económico y Social de Aragón (CESA).
La alta inflación, la crisis energética y la guerra en Ucrania, así como el endurecimiento de las condiciones monetarias han sido factores de incertidumbre en 2022, que ha registrado un
crecimiento medio hasta el tercer trimestre del 5,8%, según la media de las tasas de evolución interanual del primer, segundo y tercer trimestre de 2022.
Esta cifra supone que Aragón se ha situado cinco décimas por debajo de la media española, del 6,3%. Las estimaciones del año han sido revisadas al alza para Aragón por el IAEST y para España por el INE, siendo mayores que las previsiones iniciales debido al buen comportamiento del mercado laboral y al respiro en los precios de la electricidad y carburantes.
En el tercer trimestre, la economía aragonesa ha crecido el 4,1% en términos interanuales --el 4,4% en España--, con menor dinamismo que el segundo trimestre en casi cuatro puntos porcentuales.
En la evolución intertrimestral, se ha desacelerado hasta un 0,2%, --España 0,1%--, un punto porcentual por debajo de la tasa estimada en el trimestre anterior.
En menor medida
Tanto la demanda externa, como la interna han contribuido en menor medida al crecimiento del PIB en Aragón en el tercer trimestre en comparación con el mismo de 2021. El consumo privado ha aumentado un 0,7% --el 1,3% en España--, casi dos puntos porcentuales menos que el
trimestre anterior por el encarecimiento de la cesta de la compra y las peores condiciones financieras.
El consumo público ha continuado su desaceleración, con un descenso del 2,6% --España -2%--, consecuencia de las menores exigencias sanitarias.
La inversión en bienes de equipo se ha incrementado el 9,4%, siendo el componente de la demanda interna con mayor vigor, por encima de la estimación española --del 5,2%--, seguido de la inversión en construcción con el 6,4% --el 6,3 en España--.
En cuanto a la demanda externa de bienes y servicios, en el tercer trimestre respecto al mismo trimestre del año anterior, han aumentado eln 19,4% --el 18,8% en España-- y las importaciones han descendido seis décimas, con menor desgaste que en el trimestre anterior.
En el mismo trimestre, el comercio exterior de mercancías ha avanzado casi el 25% en comparación al mismo periodo del año anterior, tanto en las importaciones, como en las exportaciones. En España las exportaciones han tenido un registro similar (24,4%) pero las importaciones han alcanzado una mayor intensidad (38,1%).
En valor absoluto, la suma de los tres trimestres del año 2022 supera las cifras del año 2021, tanto en las exportaciones, como en las importaciones de mercancías, con incrementos de casi el 15% y 20%, respectivamente (24,7% y 39,8% en España).
Industria manufacturera
Desde la óptica de la oferta, el Valor Añadido Bruto (VAB) del tercer trimestre de todos los sectores económicos han aminorado su ritmo de crecimiento interanual en comparación con el estimado para el segundo trimestre, excepto el sector agrario que ha mantenido su retroceso.
La industria manufacturera ha sido el sector con mayor dinamismo --seguido del sector servicios y la construcción--, con una tasa interanual del 5,4%; ha crecido casi la mitad que la cifra del trimestre anterior, pero ha superado en más de dos puntos porcentuales la media española (2,9%).
El sector servicios ha anotado una ganancia del 4,5% (España 5,0%), casi cuatro puntos porcentuales menos que en el trimestre anterior. Dentro de servicios, la rama de mayor --que une comercio, transporte y hostelería-- ha frenado su pujanza con un incremento del
10,9% (España 13,3%), mientras que los servicios de la Administración Pública han seguido con su descenso del 2,7% (España 2,1%).
El sector de la construcción, con un avance del 3,1%, ha sido el sector que menos ha moderado su crecimiento, pero ha mantenido la diferencia con el vigor de la media nacional --del 5,6%--. El
sector agrario ha perdido casi el 4%, de manera muy similar al trimestre anterior, con mayor desgaste que en España (-3,0%).
Empleo
En la EPA del tercer trimestre de 2022, se ha recogido un repunte de la población desempleada en Aragón, el 2,6% más en términos interanuales, con una tendencia a la baja en el agregado nacional (-12,8%). Esto implica un aumento de 1.500 personas dentro de la población parada aragonesa, mientras que la población ocupada se ha reducido el 0,9% --mientras que ha crecido el 2,6% en España-- en relación al tercer trimestre de 2021.
En Aragón se han contabilizado 584.000 personas empleadas,
5.100 menos que el año anterior. Por otra parte, la población inactiva se ha elevado hasta las 453.200 personas y la población activa ha caído hasta los 642.300 efectivos, con una variación respecto al mismo periodo de 2021 de 3.200 y -3.600 personas, respectivamente.
Por sectores de actividad, el empleo únicamente subió en servicios, mientras que ha descendido la temporalidad de forma notable respecto al tercer trimestre de 2021, pasando del 25,2% al 19,1%. El descenso ha sido más destacado entre las mujeres (-8,2 puntos porcentuales) que en los varones (-4,0 puntos porcentuales).
También se ha aminorado el paro de larga duración en 3.900 personas (-16,4%), representando el 34,1% del total de la población parada aragonesa. A escala nacional la tendencia ha sido similar, con una caída del 23,3%.
Por otra parte, la cifra de trabajadores inmersos en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) ha continuado su comportamiento a la baja, pasando de 1.538 personas y 493 empresas en diciembre de 2021, a 489 personas y 91 empresas en el mismo mes de 2022.
Asimismo, las personas participantes en huelgas (-28,7%) y las jornadas no trabajadas (-41,4%), entre enero y septiembre de
2022 han descendido en relación al año precedente.
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