Archivo - La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez (c), en la reunión hace un año en Madrid con la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, y el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, para abordar la financiación de la línea 3. | A. Pérez Meca - Europa Press - Archivo

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El Gobierno de España y la Junta de Andalucía firman este miércoles, a las 12,00 horas en el Alcázar de Sevilla, el convenio de financiación con el que ambas administraciones sufragarán a partes iguales los 1.300 millones de euros que costará la construcción del tramo norte de la línea 3 del Metro, que unirá Pino Montano con el Prado de San Sebastián. La rúbrica llega un año después de que Madrid y Andalucía acordaran la financiación del primer tramo de la línea 3 al 50%, como así sucedió hace más de una década con la única línea que hasta la fecha está operativa en la capital andaluza.

El convenio de financiación llega un año después de que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, en presencia del alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, anunciaran en Madrid que las administraciones estatal y autonómica financiarían el tramo norte de la línea 3. Las negociaciones de la letra pequeña del documento se han alargado en el tiempo hasta el punto de que en este periodo se ha producido incluso una actualización al alza del coste final de la infraestructura, pasando de 1.045 a 1.300 millones por el incremento del precio de los materiales. A esta cuantía, la Junta sumará 66 millones que cuesta la compra de los trenes, una decisión que también levantó su polémica en la recta final de la negociación del convenio al descartar el Gobierno su participación en la adquisición del material móvil.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha jugado en este proceso el papel de mediador. Tras aprobar sus primeros presupuestos como regidor este pasado martes, a tan solo cuatro meses de las elecciones municipales del 28 de mayo, el alcalde puede exhibir en la misma semana el acuerdo de financiación para el Metro que «supone iniciar la aprobación de una asignatura pendiente como lo es el desarrollo de las infraestructuras en torno al Metro». Se trata, ha sostenido, de «una buena noticia para los vecinos de Pino Montano, que, con la firma del convenio, podrán ver aprobadas las expectativas en torno al desarrollo de la línea 3».

En este año hasta la firma del convenio, la Asociación Sevilla Quiere Metro, puesta en marcha por tres sevillanos y que ha recabado hasta el momento el apoyo de hasta 70 entidades, ha jugado también un papel relevante. El respaldo ciudadano lo exhibirá este jueves 26 de enero ante cuatro direcciones generales de la Comisión Europea, a las que pedirán recursos para poder construir la red completa de metropolitano, una «emergencia social» que debe ser atendida, defienden, para luchar contra el cambio climático, mejorar la movilidad de un área metropolitana de más de un millón de habitantes y para cohesionar a la sociedad.

El convenio de financiación reparte los 1.300 millones que deberán aportar el Gobierno y la Junta en ocho anualidades, lo que equivale a decir que las obras de construcción del tramo norte de la línea 3 del Metro se harán en ese periodo de tiempo. Sevilla Quiere Metro solicitó formalmente a ambas administraciones que acortaran los plazos. El Ejecutivo de Pedro Sánchez, a través de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el alcalde de la ciudad han remarcado que el Gobierno está «dispuesto» a estudiar una reprogramación de las cuantías para poder recortar los tiempos de ejecución.

La propia consejera de Fomento ha salido al paso y pedido «realismo» ante «un proyecto de esta envergadura», aunque ha mostrado su disposición «a revisar» el calendario. Carazo ha aludido a que los ocho años previstos responden a una «planificación técnica» realizada por la ingeniería que actualizó el proyecto y «en el marco del acuerdo con el Ayuntamiento, porque hay que preparar los cortes y los desvíos de tráfico» con el fin de que la afección «al día a día» de la ciudad sea «la menor posible».

«Comprendo la ansiedad pero es un proyecto de una envergadura muy importante», ha remarcado la consejera de Fomento, que ha recordado que el tramo norte requiere levantar la Ronda Histórica, uno de los puntos calientes de este proyecto, ya que por esta vía pasan al día 7.500 vehículos, según datos municipales. La planificación de ocho años «no es una casualidad. Es una planificación técnica», ha puntualizado Carazo. Se trata, ha abundado la consejera, de un «tema técnico de planificación, y eso contando con que no haya ningún retraso». Por eso, la Junta ha insistido en «darle la máxima agilidad» posible a la obra para que «no se acumulen retrasos».

Sobre cuándo habrá obras de la línea 3 del Metro una vez que el convenio de financiación ya tiene todos los parabienes, la Junta ha anunciado que los trabajos del ramal técnico comenzarán este próximo mes de febrero y, de manera simultánea, se irán licitando «el resto de los tramos», el primero de ellos en el primer semestre de este año. Las obras del ramal fueron licitadas por la Consejería unas días antes de las elecciones autonómicas del pasado 19 de junio con un presupuesto base de licitación que ascendía a 6.805.897 euros y un plazo de ejecución de once meses y medio. Han sido adjudicadas por 6,4 millones a la oferta de Lantania y DSV Empresa Constructora y Ferroviaria.

El tramo norte posibilitará la conexión con la línea 1. Con ello, se comunicará el norte de la ciudad no solo con el Prado de San Sebastián, sino con barrios como Nervión y Los Remedios, además de con Montequinto y el Aljarafe. Incluye el paso por cuatro centros sanitarios: el Hospital de San Lázaro, el Macarena, el Victoria Eugenia de la Cruz Roja y el centro de especialidades de María Auxiliadora.

Se recorrerá en 18 minutos y dispondrá de doce estaciones: Pino Montano Norte, Pino Montano, Los Mares, Los Carteros, San Lázaro, Hospital Virgen Macarena, Macarena, Capuchinos, María Auxiliadora, Puerta Carmona, Jardines de Murillo y Prado de San Sebastián. Esta línea, con una demanda estimada de 13,3 millones de viajeros al año, supondrá una reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera de 982 toneladas al año.