Abete ha realizado esta afirmación durante el debate, en el pleno ordinario de este jueves, de una moción de EH Bildu que pedía un estudio sobre el impacto del uso del patinete eléctrico en Bilbao y la posible implantación de un servicio municipal de préstamo de vehículos de VMP, además de una ordenanza que regule su uso y la aplicación de una moratoria de concesión de licencias.
Finalmente, ha salido adelante una enmienda de modificación del equipo de gobierno, por la que se insta a la Junta de Gobierno local a analizar la movilidad de los Vehículos de Movilidad Personal y su impacto, de cara a poder incluir su regulación en la futura ordenanza de movilidad.
En la defensa de su moción, el concejal de EH Bildu Bruno Zubizarreta ha criticado que en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) «no hay mención alguna a los Vehículos de Movilidad Personal», de forma que «ni se cita los hoverboard, segways, monopatines o a los patinetes eléctricos, todos ellos elementos de micromovilidad, cuya presencia en diferentes ciudades del Estado están creando problemas».
«En el PMUS, el instrumento que tiene este Ayuntamiento en torno a la movilidad sostenible, no se prevé el uso de las VMP, mientras que en otras ciudades se están planteando erradicar el alquiler de los patinetes eléctricos», ha advertido, para recordar que el Consistorio bilbaíno «ha permitido que una compañía de patinetes eléctricos se implante en Bilbao y anuncia que autorizará en breve a otras dos empresas más para que desarrollen este tipo de actividad», de forma que «los VMP ya ha comenzado a ser parte del escenario de movilidad de la ciudad, originando ya los primeros problemas, ya que, circulan por aceras y zonas peatonales, espacios prohibidos para los patinetes».
Zubizarreta ha señalado que existe una instrucción del área de Movilidad sobre la regulación del uso de vehículos de movilidad personal que «nadie conoce porque no se ha publicitado» por «la inacción del equipo de Gobierno».
«Si no debatimos previamente el posible uso de los VMP, y nos dotamos de una norma, Bilbao va a ser un caos», ha asegurado, para pedir que, «si se plantea la posibilidad de introducir los VMP como instrumentos de micromovilidad a la ciudad se realice de forma consensuada», planteando una ordenanza en base a un estudio previo sobre el impacto que tendría el uso del patinete eléctrico en la movilidad de Bilbao.
Y mientras tanto, ha solicitado que hasta que Bilbao no consensue la ordenanza que detalle la regulación del uso de las VMPs en la ciudad, se aplique una moratoria respecto al concurso previsto para autorizar a empresas a gestionar el alquiler de patinetes eléctricos.
Por su parte, la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Ana Viñals, ha advertido de que los VMP, además de ser un medio de transporte son también «un negocio», ya que «detrás de muchos patinetes eléctricos que vemos circular por nuestra ciudad hay empresas privadas que emplean este tipo de vehículos como actividades comerciales y económicas, y que están haciendo uso del espacio público, aparcando en muchos de los aparcabicis públicos».
Viñals ha pedido, hasta que se cuente con una Ordenanza de Movilidad, diseñar y establecer una tasa de uso del espacio público, por aparcar, a las empresas privadas que gestionan el alquiler de patinetes eléctricos, porque «no puede ser que una empresa privada ocupe, haga uso y se lucre de un espacio público y, encima, lo haga gratis».
Además, ha señalado que en la actual «Instrucción sobre la Regulación de uso de vehículos de movilidad personal en Bilbao», se señala que «las empresas que se dediquen a la actividad económica de préstamos o alquiler de VPM, dispondrán necesariamente, de una base permanente de estacionamiento de dichos vehículos». En ese sentido, ha preguntado «cuál es la base permanente de estacionamiento», para responder que «claramente todo el espacio público de la ciudad y los aparcabicis municipales, y este equipo de gobierno, lo permite».
Desde el PP, el concejal Gabriel Rodrigo cree que la instrucción municipal sobre el uso de patinenetes «no está debidamente publicitada» y no ha considerado necesario un estudio sobre el impacto que tendrá el patinete eléctrico en la movilidad de Bilbao, porque «ya hay datos que pueden dar cuenta del futuro de este medio», pero sí una ordenanza con el fin de «poder ordenar de mejor forma este medio de movilidad».
"no suponen problema"
En su respuesta a los grupos, la edil de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete, ha asegurado que el Ayuntamiento de Bilbao se ha «adelantado a cualquier situación que se pudiese dar ante el uso creciente de los patinetes, que no suponen un problema». De este modo, ha recordado que, según la instrucción redactada en 2019 sobre la regulación del uso de vehículos de movilidad personal en Bilbao, los VPM «no pueden circular por aceras, pueden circular por los bidegorris y se deben aparcar en espacios privados o en los públicos habilitados para tal efecto, espacios que comparten con las bicicletas».
En cuanto al uso que hacen del espacio público las empresas de alquiler de patinetes, ha apuntado que están haciendo «el mismo uso del espacio que hacemos cuando circulamos o aparcamos un coche de alquiler». De esta forma, ha advertido que a «las personas usuarias de patinetes, o mejor dicho a las empresas que se dedican a alquilarlos, no podemos cobrarles por usar nuestros bidegorris». "Por unos sitios circulan, en otros paran, pero no hacen un uso privativo del espacio público, no tienen un lugar reservado exclusivo para ellos en un espacio público.
Y por tanto no les podemos cobrar", ha reiterado.
Abete ha señalado que, en la actualidad hay 3.250 plazas para aparcar bicicletas y tan solo 44 patinetes de empresas, por lo que «los aparcamientos no están llenos, y no existe a día de hoy ningún problema de convivencia». Además, ha asegurado que las empresas «no van a desembarcar en Bilbao por encima de la demanda ni de la infraestructura, y menos, ofreciendo una imagen de desorden».
Asimismo, ha señalado que las empresas que prestan el servicio «buscan lugares seguros donde prestar el servicio y captar clientes» optan por «tener un local privado en el que fijar las bases de los patinetes, y operar desde allí».
Tras recordar que la DGT estableció en unos parámetros mínimos y dejó a los ayuntamientos la regulación más específica, en la que están actualmente trabajando para incluirla en la futura Ordenanza de Movilidad, Abete ha explicado que, mientras tanto, están elaborando unos criterios que fijarán las condiciones para autorizar las actividades económicas que utilicen VMP, entre ellas que «no podrán ocupar más de un determinado número de las plazas existentes para bicicletas, ni concluir el viaje si el patinete no se encuentra dentro de un estacionamiento autorizado».
El Ayuntamiento de Bilbao, ha indicado, podrá también limitar el número de autorizaciones y el número de patinetes con los que operan en la ciudad.
Por todo ello, ha rechazado «rotundamente» un servicio municipal de préstamo de patinetes eléctricos, ya que el Ayuntamiento apuesta «claramente por la movilidad sostenible activa y saludable» y quiere que la gente «ande, vaya en bici y utilice el transporte público» y los patinetes «no cumplen con este objetivo y no quitan coches de nuestra ciudad».
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