El Ayuntamiento de Zaragoza ha finalizado los trabajos para transformar el espacio exterior de la antigua fábrica de Giesa en una gran plaza pública de 4.200 metros cuadrados abierta en la zona de Montemolín, en el Distrito de Las Fuentes.
El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha asistido a la inauguración de este nuevo espacio del que ha recordado que llevaba muchos años de abandono y ha asegurado que tras esta intervención se acometerá la actuación de las antiguas naves de la empresa de ascensores con la finalidad de que el proyecto «no se pare».
A la inauguración también ha acudido el consejero municipal de Urbanismo, Víctor Serrano; y la concejal de Juventud, María Antoñanzas; además del portavoz del grupo municipal de ZeC, Pedro Santisteve; y la concejal de VOX, Carmen Rouco.
«Hace tres años, este espacio era un foco de degradación y suciedad», ha explicado Víctor Serrano para comentar que «se han invertido las inercias». "Hemos cambiado las promesas e inacción de
otros, por los hechos y la realidad palpable de nuestra gestión", ha diferenciado.
Ha relatado que en 2019 se sacaron de Giesa 4.097,48 toneladas de basura y escombros y en 2022, con una crisis sanitaria y económica de por medio, se elabora un Plan Director, con un proyecto de 18 millones de euros presentado a fondos europeos. «Esta plaza ha pasado de ser una idea a convertirse en una realidad que disfruten todos los vecinos».
La zona en la que se levanta la nueva plaza es una explanada que surge tras la demolición de las naves norte y central y de la oficina central, entre las calles de Yolanda de Bar y de Padre Chaminade.
Actuación
La solera de hormigón ha dado paso a una zona de juegos infantiles, compuesta por un columpio doble y un juego de muelle, con un entorno de baldosas de caucho reciclado que permiten la absorción de impactos ante las caídas de los niños mientras juegan. A su lado hay un gimnasio al aire libre público y gratuito «cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida, la salud y el bienestar de las personas a través del deporte», ha remarcado Serrano.
A todo esto se le suma la instalación de una pista multideporte de medidas 40 por 20 metros para la práctica de diversos deportes en el interior de su recinto --fútbito, balonmano y baloncesto-- compuesta por un conjunto de portería-canasta, postes perimetrales, pasamanos, cierre o vallado con malla galvanizada.
Junto a la fachada este de la antigua fábrica, aprovechando los pórticos de hormigón armado anexos, se han instalado membranas textiles para dotar de zonas de sombra a la plaza.
Respecto al mobiliario urbano, se han colocado bancos y papeleras en la plaza, y en el pavimento se han plantado alcorques para la colocación de árboles distribuidos por todo el espacio, «que darán sombra y harán más verde el espacio una vez crezcan y se desarrollen», ha explicado
Serrano. El resto del espacio ha sido señalizado con pintura, eliminando y embelleciendo las distintas zonas.
Además, y siguiendo con el espíritu del espacio, que desde su abandono ha sido objeto de numerosos grafitis y artes urbano, desde el Servicio de Juventud del Ayuntamiento se va a impulsar un proceso para decorar algunas de las paredes exteriores de la plaza, para así implicar a la ciudadanía en este nuevo espacio que se abre a todos los vecinos y
zaragozanos.
Antigua fábrica de giesa
La antigua fábrica de Giesa, después agrupada bajo Schindler desde 1986, se levanta en torno a 1945 por el empresario zaragozano Joaquín Guiral, dedicado inicialmente a la venta y reparación de material eléctrico y más tarde a la industria electromecánica.
En diciembre de 2004, el Ayuntamiento de Zaragoza aprueba un convenio
urbanístico que permitía la salida de la fábrica a otro sector del término municipal, a la vez que se recalificaban los terrenos, en ese momento calificados como suelo urbano no consolidado, a uso residencial.
En ese convenio quedaba reservada una zona de terreno de 9.660 metros cuadrados para dotación de equipamientos para el barrio. En el año 2006, Schindler se traslada a las nuevas dependencias del Polígono Empresarium de La Cartuja y desde entonces la antigua fábrica queda cerrada. Se derriban todas las naves de la zona posterior cuyos terrenos se recalifican para el uso residencial y se conservaron las dependencias destinadas a los equipamientos.
Sin embargo, la degradación y abandono del espacio lleva al Ayuntamiento de Zaragoza a actuar por emergencia en 2019 retirando de allí 4.097,48 toneladas de basura y escombros, derribando algunas estructuras declaradas en ruina y limpiando y adecuando la zona, lo que
supone una inversión superior a los 600.000 euros.
La antigua industria actualmente en pie comprende un gran rectángulo de unos 164,70 metros por 58,70 metros formado por el edificio principal de las oficinas de la calle de San Joaquín y las naves traseras a ellas.
Descripción
Lateralmente cierra el rectángulo, por la izquierda, el edificio también de oficinas de la calle de Yolanda de Bar y, por la derecha, a la calle de Padre Chaminade, una nave con fachada imitación al resto del edificio. El fondo de la manzana lo constituyen las traseras de las naves. En la esquina de la calle San Joaquín con Yolanda de Bar se erige una torre de planta cuadrada de 6 por 6 metros con 6 alturas, que se destinó en su día a pruebas de los ascensores.
En este mandato, y con el objetivo de revitalizar este nuevo espacio, el Ayuntamiento ha diseñado un proyecto de rehabilitación que se ha presentado a las ayudas de fondos europeos del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (PIREP).
El proyecto, que se divide en seis grandes zonas y está valorado en 18 millones de euros, se ha diseñado atendiendo al Plan Director desarrollado y a las iniciativas e ideas propuestas realizadas por los vecinos del Distrito de Las Fuentes, cuenta con el apoyo expreso de
importantes asociaciones vecinales del distrito.
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