Ha afirmado que el proyecto de ley de agricultura familiar se ha elaborado «sin acuerdo» con las principales organizaciones agrarias, lo que «no deja de ser llamativo». Ha criticado algunas medidas recogidas en la ley, como la creación de nuevos trámites que «aumentan los costes de gestión» y «no se tienen en cuenta» las ubicaciones de las explotaciones, ni los márgenes de beneficio ni la facturación por tipo de producción.
Ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha alertado de que la renta agraria ha disminuido un 8,7 por ciento en 2022 respecto al año anterior, pese a que la producción ha aumentado un 11,6 por ciento, lo que ha atribuido al aumento del coste de los fertilizantes, el gasóleo, los fitosanitarios y el pienso, así como los problemas para acceder a la financiación.
A esto se suman las trabas burocráticas, ha comentado, señalando que la nueva PAC contiene «muchas más exigencias ambientales» que el anterior modelo, a través de los eco-regímenes.
Ha dicho que las cantidades que van a recibir los agricultores por la PAC son inferiores al periodo de tiempo y van a ser variables «en gran medida», debido a que agricultores y ganaderos deberán cumplir unas condiciones para cobrar las ayudas.
Es el caso del ecoesquema de cubierta inerte, aplicable a suelos de cultivos leñosos y que exige al agricultor triturar los restos de la poda, depositarlos sobre el terreno y que esta cubierta ocupe el 40 por ciento de la anchura libre de producción de la copa, que no puede ser inferior a 0,5 metros. Tampoco pueden utilizar fitosanitarios para la cubierta, todo lo cual les dificultará cobrar el máximo de la PAC y les obligará a utilizar una maquinaria de la que carece la mayoría.
Celma ha manifestado que el Gobierno de España no aprobó hasta diciembre del año pasado el reglamento de aplicación de la PAC, de manera que los agricultores iniciaron la época de siembra «sin saber en qué condiciones» se tenían que adherir a la PAC para cobrar la cuantía.
El diputado del PP ha llamado la atención sobre la especial afección a la ganadería extensiva de alta montaña, ya que las ayudas al vacuno y el ovino se han reducido, también los derechos de uso de pastos y muchos ganaderos de comarcas como Sobrarbe que se incorporan ahora al sector se plantean dejar sus explotaicones, ha dicho.
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