Este 'Estudio de Percepción Social del Territorio Histórico de Álava', que además de preguntar sobre la intención de voto en las elecciones forales del 28 de mayo, analiza la opinión de los ciudadanos sobre cuestiones sociales y económicas, se ha elaborado a partir de 1.200 entrevistas telefónicas realizadas entre el 26 de febrero y el 15 de marzo.
El informe, elaborado por la empresa Ikerfel, concluye que si los comicios se celebrarán ahora, el PNV volvería a ser la fuerza más votada, con una estimación de voto de 31,3%, superando así el 29,7% de las elecciones de 2019.
Por detrás, se situaría EH Bildu, con el 24,2% de votos y un incremento de tres puntos porcentuales respecto al 21,1% de hace cuatro años. Le seguiría el PSE-EE, con una estimación del 17,2%, frente al 19% de las anteriores elecciones.
El PP obtendría el 13,9%, con un descenso respecto al 15,1% de hace cuatro años, mientras que Podemos-IU-Ezker Anitza bajaría del 10% al 7,4%. Por su parte, Vox obtendría el 2,9% de los sufragios, frente al 1,4% de 2019. La abstención se situaría en el 42,3%, superando el 34,7% de las últimas elecciones forales.
Distribución de escaños
En cuanto a la distribución de procuradores, el PNV obtendría 18 escaños, aumentando un asiento respecto a los 17 logrados en las elecciones forales de 2019.
EH Bildu crecería también un escaño y se quedaría en 13, mientras que el PSE-EE perdería un asiento y obtendría nueve. El PP podría mantener su actual representación o perder un escaño, lo que le situaría en la horquilla de 7-8 asientos. Podemos-IU perdería un escaño y se quedaría con tres junteros. Por otra parte, Vox podría tener un asiento o ninguno en la Cámara foral.
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