Cerca del 80 por ciento de las familias monoparentales de la Comunitat Valenciana no tienen la capacidad de afrontar gastos imprevistos, según un estudio de la asociación Monofamilias, que advierte que este colectivo, formado en un 96,5% por mujeres, «vive al límite» y que «son los menores quienes pagan las consecuencias de estas situaciones».
Así lo han explicado la presidenta de Monofamilias, Beatriz Navarro, y la integrante de la asociación Meritxell Vila, que han presentado este jueves el I Estudio realizado entre familias monoparentales, un informe elaborado sobre una muestra de 173 familias monoparentales de la Comunitat a través de cuestionarios para conocer el perfil, situación económica, social y necesidades de este colectivo que va en aumento.
Navarro ha clarificado que se entiende por familias monoparentales las que se componen de un progenitor que consta como único en el Registro Civil; una persona con sus hijos que tenga en exclusiva la patria potestad; las familias en una situación de monoparentalidad temporal, por ejemplo porque un progenitor no recibe la pensión de manutención por parte del otro; las formadas por mujeres que sufren violencia de género, y las familias en las que uno de los progenitores está ingresado en el hospital o en prisión durante más de un año de forma continúa o presenta un grado tres de dependencia.
A pesar de que las circunstancias son amplias en las 220.000 familias monoparentales registradas en la Comunitat, el estudio refleja que el perfil mayoritario de las familias monoparentales es el de una mujer, en el 96% de los casos; soltera (47,7%), separada o divorciada (27%), de una edad aproximada de 43 años y con un solo hijo (60%).
El 20% de las encuestadas manifestó además que está en situación de desempleo. Por ello, la asociación ha remarcado que la Administración y entidades publicas y privadas apoyen la conciliación en este tipo de familias.
El 60 por ciento de las familias monoparentales manifiestan dificultades para hacer frente al pago de suministros, el 11,5% sufren escasez de luz y solo un 39,1% puede permitirse tener la vivienda a una temperatura adecuada. Además, el 73% no puede permitirse irse de vacaciones al menos una semana al año.
Asimismo, un 46% dispone de una vivienda en propiedad en la que vive en exclusiva con su familia, un 13,8% vive de alquiler y «el resto vive con su familia, abuelos o en otras situaciones», una situación que «afecta mucho a la autoestima de los niños que no tienen un espacio propio», ha detallado Navarro.
Así, en el actual contexto de escalada de precios, Beatriz Navarro ha expuesto que se trata de «familias muy vulnerables», por lo que sufren más el incremento al vivir solo con un salario. Por ello, ha reclamado que estas familias estén incluidas en los programas de subvenciones para hacer frente a los costes de suministros y la vivienda.
Por otra parte, el 55,2% de las familias monoparentales no recibe ninguna ayuda, prestación o beca. La presidenta de la asociación ha pedido «más información y asesoramiento a las familias sobre sus beneficios y derechos».
"el principal problema es la conciliación"
Además, la presidenta de la asociación ha explicado que «el principal problema viene a la hora de conciliar» la vida laboral y familiar, puesto que el 87% de las familias monoparentales tiene que recurrir a sus padres para el cuidado de los hijos y el 70% no tiene flexibilidad en el trabajo.
«A estas mujeres les preocupa la autoestima de sus hijos y ellas mismas no tienen vida. Entre el trabajo y la vida familiar, ellas no existen», ha lamentado Meritxell Vila, que reivindica la importancia de que cuenten con espacios para que se puedan reunir y formar redes de apoyo entre ellas, de forma que puedan ayudarse en los cuidados.
Así, el 76,4% de estas madres sitúan los problemas de autoestima o el bullying entre sus principales preocupaciones, seguida en un 76,4% por las adicciones al teléfono móvil, las redes sociales, los videojuegos, las drogas o las apuestas. En opinión de Beatriz Navarro, «les preocupa que los niños pasen mucho tiempo solos y al final se enganchen a internet o a las redes sociales, con quién puedan hablar en ellas o con quién se relacionan».
Víctimas de violencia machista "desamparadas"
Por otro lado, la presidenta de Monoparentales ha incidido en que las mujeres víctimas de violencia de género tardan demasiado en obtener el reconocimiento de familia monoparental y «se quedan un poco desamparadas». «Cuando les dan el título, igual incluso ya se ha solucionado su situación y no han podido beneficiarse en ese tiempo de las ayudas».
Por ello, las representantes de la asociación han reclamado que se estas víctimas obtengan «de manera inmediata» su reconocimiento como familias monoparentales en el momento en que obtengan una resolución judicial.
"lo que más me dicen es 'qué valiente'"
Una de las socias de Monoparentales es Noelia Ferrer, de Callosa d'En Sarrià (Alicante), que tiene 42 años y un niño de 14 meses. Decidió ser madre por su cuenta y trabaja como directora de Recursos Humanos. En su caso, cuenta con flexibilidad laboral y puede teletrabajar. Su madre se queda con el pequeño por las mañanas, a la espera de conseguir plaza en una guardería pública, pero tiene 70 años y, según Ferrer, ya está cansada.
Señala que en su entorno no se ha sentido nunca excluida. «Lo que más me dicen es 'qué valiente'», relata. En su caso, para ella «lo más duro» es «el miedo de que el día de mañana su hijo no entienda por qué tomó la decisión de ser madre sola, pregunte por qué no tiene padre y no sepa explicárselo». Aunque tiene claro que «no hay nada que esconder» e irá «con la verdad por delante», teme que el resto de niños le pregunten por qué no tiene padre y lo excluyan.
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