La escritora Irene Solà publica la novela 'Et vaig donar ulls i vas mirar les tenebres' (Llibres Anagrama), ambientada en una casa remota de las Guilleries habitada por mujeres y en la que reflexiona sobre la memoria, el olvido y la subjetividad de los recuerdos a través de una saga familiar: «La investigación y la escritura te lleva a lugares que no imaginabas».
En un encuentro con medios, la escritora ha explicado que estas tinieblas se pueden ver como un espacio que provoque miedo, pero como en el caso de la novela pueden acabar siendo «un lugar de protección, de posibilidades, de libertad» dependiendo de los ojos con que se miren y que ella también relaciona a la forma como ella ha escrito el libro.
«He mirado las tinieblas escribiendo, de forma literal, porque uno de los juegos del libro era corporeizarlas, describirlas, explicarlas y ponerles adjetivos, y de forma metafórica porque he escrito la obra que me interesaba escribir», ha señalado.
Solà ha subrayado que, pese al éxito de su anterior 'Canto jo i la muntanya balla', ha seguido el mismo proceso en la escritura --la parte de investigar y desarrollar la idea es la que más le agrada por ser un aprendizaje constante-- y que ha sido el libro que quería hacer, «con total libertad», y ha añadido que ha realizado una investigación transdisciplinar acumulando todo tipo de material para trasladarlo al terreno creativo.
La novela, que es publica este miércoles, se centra en el Mas Clavell y la llegada de Joana, quien para encontrar marido hace un pacto con el diablo, momento a partir del cual se va sucediendo una saga familiar en la que las mujeres explican en base a sus recuerdos acontecimientos, causas y consecuencias relacionados con ese acuerdo, en un constante juego con el lector.
Solà (Malla, 1990) ha remarcado que se trata de una historia familiar «desde subjetividades diversas y contradictorias» ya que las diferentes protagonistas van proporcionando retazos fragmentarios de recuerdos, que sirve a la escritora para reflexionar sobre quién decide aquello que es importante o qué hay detrás del mismo gesto de explicar.
La escritora lo lleva a cabo con una serie de mujeres que no protagonizan la historia en mayúsculas --la narración ocurre en un solo día-- y que se alejan de los cánones literarios, ya que son «viejas, feas, abyectas, las que se quedan atrás, las que se esconden».
«Me interesa mucho lo que nos creemos y lo que heredamos de historias a nivel familiar», ha remarcado, en este caso a través del pacto con el diablo, que marca a todas las protagonistas, en un libro en el que también se resiguen episodios del bandolerismo, los maquis, la guerra civil y llega a la actualidad a través de esos recuerdos.
Narrativa oral
En la novela, Solà muestra su interés por la narrativa oral y el placer por esas historias universales, y ha remarcado que si bien en 'Canto jo i la muntanya balla' había premisas mágicas, eran personajes de carne y hueso, mientras que en 'Et vaig donar ulls i vas mirar les tenebres' tenía ganas de explorar el folklore y hacer un guiño a la magia.
El pacto con el demonio fue una de las «semillas» de la novela en esa voluntad de reflejar la tradición oral, todo ello en una casa dotada de una elasticidad propia para dar cabida a las historias de los diferentes protagonistas.
«Me imaginaba una voz narrativa como una presencia, como una corriente de aire que se va paseando, pululando por las habitaciones y acercando a los personajes fantasmagóricos» que habitan una casa que se convierte en un margen de la historia, ha dicho.
Juego de dualidades
El libro está repleto de juegos de dualidades entre luz y oscuridad, vida y muerte o día y noche, pero al mismo tiempo también contiene una intención «humorística, irónica e irreverente» a través de sus diferentes personajes que en una única jornada trazan esta especie de saga familiar que las llevará al presente.
Pese a que el protagonismo de la saga familiar pertenece a las mujeres, también aparecen protagonistas masculinos muy diversos --uno de ellos inspirado en el bandolero Serrallonga--, con los que la escritora reflexiona sobre cuestiones como el amor romántico, la intención de la narración y la memoria.
Irene Solà ha publicado anteriormente las novelas 'Els dics' y 'Canto jo i la muntanya balla', ésta última traducida a una veintena de lenguas, con una adaptación teatral y galardonada con el European Union Prize for Literature.
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