Archivo - La vicepresidenta y portavoz, Aitana Mas, en una imagen de archivo | GVA - Archivo

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La vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad en funciones, Aitana Mas, considera que en estas elecciones autonómicas «no ha habido un castigo directo a la gestión del Consell», sino que ha enmarcado la pérdida del Botànic a que los debates electorales se han producido en «un contexto estatal». Y ha subrayado que se trata de una opinión personal.

Mas, en la rueda de prensa para informar de los asuntos tratados en la reunión del pleno del Consell, ha recalcado que este Gobierno en funciones «seguirá trabajando hasta último día y dando la cara por los valencianos» y, al respecto, ha mostrado su preocupación por «lo que puede venir» porque «peligran» algunos de los avances sociales conseguidos como la lucha contra la violencia machista.

Al respecto, ha señalado que esta reunión no se ha valorado como Consell el resultado de las elecciones --ya que corresponde a los distintos partidos políticos-- más allá de los corrillos que se han formado y ha admitido que «anímicamente» les ha afectado la pérdida de las elecciones.

No obstante, ha recalcado que este Consell «se ha dejado la piel» en hacer realidad sus políticas sociales «transformadoras» en estos ocho años. Por ello, no ve en el resultado de las elecciones «un castigo directo» a la gestión del Botànic, aunque «siempre hay margen de mejora».

«Hay muchas consideraciones sobre las razones o las preguntas que se ha hecho la ciudadanía a la hora de votar y creo que no ha tenido tanto peso la gestión de este Consell, creo que no ha habido un castigo directo, sino que los debates de los partidos se han producido en un contexto estatal», ha señalado.

De hecho, ha apuntado que como candidata --encabezaba la lista por Compromís por Alicante-- no ha visto «ataques directos» a su gestión al frente de Igualdad más allá de las lógicas discrepancias ideológicas.

Con todo, ha recalcado que hasta el último día en que estén al frente del Consell seguirán con «la cabeza en el trabajo» porque «a los valencianos no les importa nuestro estado anímico, sino que quieren respuestas de los que les gobiernan» y, se ha comprometido, a seguir «dando la cara por ellos hasta que se constituya el nuevo Gobierno».

Al respecto, ha mostrado su preocupación por «lo que puede venir» ya que «puede peligrar» la estructura transformadora que han puesto en marcha y, en especial se ha referido a la aprobación del II Pacto valenciano contra la violencia machista, la paralización de las reversiones sanitarias o que en dependencia se vuelva a las lista de espera que había antes de 2015.

"peligro de retroceso"

«Hemos conseguido mejores sustanciales en los últimos años y puede haber un retroceso», ha advertido. No obstante, ha matizado que no quiere «anticiparse» porque hasta ahora solo hay declaraciones y programas electorales y hay que esperar a ver la acción de Gobierno y su hoja de ruta para poder valorarlo.

Al respecto, preguntada por si le preocupa que pueda ser vicepresidente el candidato de Vox a la Presidencia de la Generalitat, Carlos Flores Juberías --condenado por sentencia firme en 2002 por violencia psíquica habitual a su exmujer-- ha exigido que las políticas contra la violencia de género «no puede pararse sea quien sea el Gobierno».

«Es una cuestión de consenso social, no ideológico, y debe seguir siendo una de las prioridades de cualquier Gobierno por todas las víctimas y sus hijos, pero también por la dignidad de la sociedad. No entendería que un gobierno les dé la espalda», ha subrayado.

Del mismo modo, ha pedido al nuevo Consell que gobierne, «como ha hecho el Botànic, desde la participación colectiva y diálogo social con todos los actores».