«Los ciudadanos han hablado claro: no quieren inestabilidad parlamentaria», ha defendido durante su discurso en la primera sesión del Pleno de investidura, que se celebra en la Asamblea de Madrid.
Ayuso logró en los pasados comicios 70 diputados, lo que le permite poder desarrollar sus políticas sin la influencia que Vox ha tenido durante las dos últimas legislaturas donde le dan han dado su apoyo de forma puntual.
Esta ha sido la única alusión directa al partido que lidera Santiago Abascal que la presidenta regional en funciones ha dirigido a Vox en medio de las negociaciones autonómicas de estos y PP. Su intervención ha estado copada por las críticas al Gobierno de Pedro Sánchez y la exposición de sus proyectos para la legislatura.
A pesar de esto, sí ha avanzado que llevará a cabo una de las principales reivindicaciones de Vox en Madrid la modificación de la Ley Trans de la Comunidad de Madrid. Ha defendido que en la autonomía seguirán siendo «pioneros» en proteger a las personas transexuales pero garantizarán en todo momento «la calidad legislativa, la constitucionalidad de todos los artículos de la ley, la igualdad de oportunidades de las mujeres en el deporte y en todos los ámbitos de la vida, la protección de los menores, la libertad educativa y de cátedra, la seguridad jurídica; la presunción de inocencia, la libertad de prensa y la no criminalización de la intervención de los profesionales sanitarios». «Nadie va a quedar desamparado en sus legítimos derechos, pero tampoco se va a hacer ingeniería social a costa de nadie», ha subrayado.
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