Los Planetas fueron uno de los grupos que actuaron el pasado año 2022 en el Bosque Sonoro, en Mozota | Europa Press

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La cultura puede ser también una herramienta para impulsar el desarrollo del medio rural y ayudar a mantener la población. Víctor Domínguez es el portavoz de OCRE, una organización cultural que centra su estrategia en el entorno rural. Todo surgió a raíz de la salida del confinamiento provocado por la COVID-19. Su residencia habitual es en Mozota, una localidad a media hora de Zaragoza con tan solo 123 habitantes, según datos del INE.

Domínguez trabaja en el sector de la industria de la música y, tanto sus compañeros de profesión como él se vieron obligados en la pandemia a frenar en seco, puesto que las restricciones en la ciudad de Zaragoza, que es donde desarrollaban la mayor parte de su labor, fueron más estrictas que en otros sectores.

«Cuando parece que la gente empieza a trabajar, nos damos cuenta de que el sector de la cultura sigue parado y que nos lo prohíben, a pesar de que somos uno de los sectores que mejor podría defender en ese momento todas las medidas de seguridad, porque ya lo llevábamos haciendo mucho tiempo en otros aspectos», ha asegurado.

Entre tanto, haciendo excursiones por los aledaños de Mozota con amigos e hijos descubrieron --casi por casualidad-- una explanada bañada por un lado por el río Huerva y rodeada de árboles. La adecuaron para poder ir a jugar con los niños en esas semanas en las que apenas se podía socializar y, charlando con los vecinos de Mozota, se enteraron de que estaba en venta.

Así comenzó el Bosque Sonoro, un festival que, aunque pequeño, aglutina nombres de artistas en sus carteles de pasadas ediciones de la talla de Natalia Lacunza, Los Planetas, Amaia o Kiko Veneno. Víctor Domínguez y sus compañeros de profesión decidieron hacer unos conciertos allí para demostrar que sí se podía llevar a cabo un proyecto de música en directo sin poner en peligro la salud de sus asistentes.

El nombre de Bosque Sonoro surge porque «durante todo el proceso en el que bajábamos al espacio a limpiarlo, sólo oíamos el sonido del río y de los pájaros, no se oía ni siquiera la autopista, que está más o menos cerca, porque apenas pasaban coches. Únicamente oíamos el sonido de la naturaleza».

En el mes de septiembre de 2020 desarrollaron el primer concierto, al que le siguieron otros tres. Agotaron las entradas y no hubo ningún contagio, ni en el festival ni en Mozota. «Así nació el proyecto, demostrando que sí era posible la cultura segura; además nos dimos cuenta de que también era necesario que en las zonas rurales hubiera actividad cultural y trasladamos al municipio que podían contar con nosotros para ello», ha indicado el portavoz de OCRE.

De esta manera se creó la organización: por un lado, para dar trabajo al sector de la música, que se encontraba parado sin vistas de reactivación y, por otro, para promover actividades culturales en el entorno rural. Un año después, en 2021, trasladaron esta iniciativa a la localidad oscense de Ayerbe y crearon Brizna. El Festival de las Artes de Ayerbe no solo ofrece música en directo, sino que genera un espacio para el conocimiento y disfrute de diversas expresiones del arte, que este año se expandirá por las calles del municipio.

Objetivo de ocre

Víctor Domínguez ha resaltado que el objetivo de OCRE no es hacer solo festivales o actuaciones puntuales, «hacemos proyectos que queremos que se mantengan en el tiempo incluso si nosotros no existimos, que caminen solos». La idea principal es llevar una iniciativa a la localidad que «genere interés por alguien autóctono que quiera aprender y coger el relevo».

«OCRE quiere que la cultura sea una herramienta que se use para mejorar la vida en lo rural, que favorezca el turismo, que luche contra la despoblación, que genere ese sentimiento de querer volver al pueblo y dé oportunidades de trabajo allí», ha agregado.

De hecho, muchos de los que trabajan en el Bosque Sonoro son mozotinos que, asimismo, se desplazan a las localidades en las que se llevan otros proyectos más recientes de OCRE para enseñar las labores en torno al festival y, de esta manera, ayudarles a dar los primeros pasos.

«Uno de los éxitos que creemos que tuvo el Bosque Sonoro es que se hizo aquí en Mozota, con gente del mismo municipio, y eso es necesario que sea así en todos los sitios donde intervenimos», ha indicado Domínguez.

Se trata de que los vecinos de la localidad en la que se desarrolle el proyecto, «sientan que es suyo» porque, en caso contrario, «no tiene ningún sentido hacerlo». De esta manera, el proyecto demuestra autenticidad y diferenciación.

Proyectos

Aparte del Bosque Sonoro, que tiene lugar este fin de semana, 23 y 24 de junio, y Brizna, que se desarrollará en agosto, este verano OCRE celebra la segunda edición de Doña, una iniciativa que tiene lugar en La Almunia de Doña Godina: «Tiene la misma filosofía, acercar una música que, de otra manera, no tendría cabida en los pueblos». El portavoz de OCRE ha manifestado que su máxima es la sostenibilidad, el cuidado del medio ambiente y ofrecer oportunidades laborales en la localidad.

Asimismo, están estudiando otro proyecto, Al Arba, que esperan que pueda llevarse a cabo en 2024. Recorrería municipios de las Cinco Villas bañados por este río como Erla, Luna o Biel. En la provincia de Teruel también están analizando posibilidades tanto de crear algo nuevo como de colaborar con otros proyectos culturales.

En Mozota han comenzado a promover un espacio de coworking que quieren exportar a otros espacios rurales. «Hay que habilitar espacios de encuentro y de trabajo común porque es fundamental para que la gente quiera quedarse a vivir. No hemos venido para hacer festivales, sino para usar la cultura en beneficio de lo rural», ha aseverado el portavoz de OCRE.

Talleres y ayuda a ayuntamientos

Durante el año OCRE realiza talleres, presentaciones y charlas en diferentes municipios en los que explican cómo ha sido todo el trabajo que hay detrás de cada proyecto. «Publicamos todos los años nuestras cuentas y todo lo que tiene que ver con los resultados económicos y se lo trasladamos a los pueblos, ofrecemos transparencia total sobre lo que hacemos».

De igual forma, ofrece un servicio de gestión e información sobre tramitaciones de solicitud de ayudas para consistorios: «A veces no llegan a los pueblos estas ayudas porque son municipios pequeños y no tienen personal ni tiempo para gestionar todo el papeleo, nosotros lo tuvimos que aprender y al ver esa carencia, consideramos que era importante cubrirla, es un primer paso para que puedan llegar oportunidades».