La Guardia Urbana de Barcelona desplegará un dispositivo de 400 agentes durante la verbena de Sant Joan, que se celebra este viernes por la noche, con especial atención a los aglomeraciones que puedan producirse especialmente en las playas.
Lo han explicado en rueda de prensa este miércoles el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle; el jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez; y el director de Bombers de Barcelona, Sebastià Massagué, que han recalcado que es «el dispositivo con más complejidad del año».
Prevén que este año se concentren en Barcelona unas 60.000 personas, especialmente en la zona litoral, y teniendo en cuenta que es una noche en la que hay «una movilidad muy numerosa», con ciudadanos que se desplazan fuera de la ciudad, otros que llegan y los turistas.
Batlle ha avisado que la verbena es «la puerta de entrada de un verano complejo» y que los servicios municipales tendrán que hacer frente a un verano tenso e intenso ante una situación que ve ya recuperada tras los años de pandemia.
Controles e itinerarios seguros
Establecerán controles preventivos de alcoholemia y drogas por toda la ciudad para prevenir posibles riesgos en la conducción y también se centrarán en evitar y corregir comportamientos que generen molestias a los vecinos.
Por eso, la Urbana canalizará los flujos de entrada en la playa de la Barceloneta facilitando entrada por los extremos de la playa y aumentará su presencia en el barrio para asegurar el descanso de los vecinos.
Los chiringuitos cerrarán a las 3.30 horas, no se permitirá la venta ambulante no autorizada --especialmente la venta de bebidas-- y a partir de las 6.30 los agentes (junto con los Mossos d'Esquadra y de forma coordinada con los servicios de limpieza municipales, que llegará a los 1.200 operarios en total) desalojarán las playas.
Como el año pasado, también se establecerán «itinerarios seguros» en los posibles recorridos que hacen los ciudadanos para volver a casa desde las zonas de ocio hasta las paradas de transporte público para prevenir violencias sexuales y machistas en el espacio público.
Casetas de pirotecnia y hogueras
Asimismo, los efectivos de Bombers de Barcelona atenderán las posibles demandas que se puedan producir y aumentar sus dotaciones de extinción de incendios, centrando su atención en la zona forestal.
En ese sentido, Massagué ha recordado el peligro y la necesidad de colaboración ciudadana para evitar el lanzamiento de pirotecnia cerca de zonas forestales y la prohibición de realizar cualquier actividad con fuego a menos de 500 metros de las zonas boscosas de Collserola o Montjuïc.
Este año se ha prohibido la presencia de casetas de pirotecnia a menos de 500 metros en la zona forestal: se ha autorizado 122 puntos de venda y se han validado la encendida de seis hogueras en la ciudad (tres en el Eixample, dos en Sant Andreu y dos en Sant Martí).
Dispositivo de verano
Para este verano, la Guardia Urbana prevé un mayor control del espacio público con el objetivo de prevenir los hechos delictivos, comportamientos que perturben el descanso de los vecinos y la degradación del espacio público.
Por su parte, los Bombers de Barcelona iniciaron la campaña forestal a principios de junio y en mayo entró en funcionamiento el Parc de Vallvidrera con el objetivo de disminuir el tiempo de llegada de los equipos en caso de incendio forestal.
En esta campaña se volverá a disponer de drones, que facilitarán las tareas de los Bombers, y se incrementarán los servicios de limpieza en las zonas con más intensidad de uso, con la incorporación de 207 personas.
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