Según ha informado la Policía Nacional, los migrantes llegaban a costas españolas a bordo de embarcaciones de alta velocidad que partían desde Argelia. En este sentido, se ha constatado la realización de al menos 13 operaciones en las que se habrían introducido a más de 200 migrantes, con un coste por trayecto que oscilaba entre 7.000 y 20.000 euros por persona.
El entramado ofrecía un «servicio VIP» a aquellas personas que lo solicitaban y que «incluía el desembarque en un punto de la costa diferente al del resto de migrantes, desde donde eran extraídos en vehículos de alta gama entre fuertes medidas de seguridad». La red también se habría dedicado al tráfico de drogas, armas y blanqueo de capitales.
La operación desarrollada bajo la coordinación de Europol, que ha contado con la colaboración de autoridades alemanas y noruegas, se ha saldado con la detención de nueve personas en Almería, seis en Roquetas de Mar (Almería) y una en Málaga. La Europol llegó a catalogar esta acción contra el tráfico de personas de «muy relevante en el ámbito europeo».
Captación desde el norte de áfrica
Según los datos de los investigadores, la organización gestionaba desde Libia la captación de ciudadanos sirios en su país de origen para su traslado hasta el país norteafricano, pasando por Sudán o Líbano, «facilitándoles la documentación necesaria para ese viaje» como visados o permisos de salida.
Una vez en Libia, permanecían alojados en pisos de seguridad de la organización hasta que eran trasladados a Argelia, donde nuevamente eran cobijados en pisos controlados por el entramado hasta el momento de partir a la Península.
Por su parte, la rama establecida en España estaba especializada en el traslado de los migrantes en embarcaciones rápidas desde Argelia, el alojamiento en el país y su posterior traslado. A partir de acuerdos alcanzados con traficantes argelinos, las embarcaciones se fletaban también con migrantes de esa nacionalidad que querían llegar hasta España, conforme a los indicios.
La organización desplegaba «importantes medidas de seguridad y contravigilancia» para asegurar el éxito de sus operaciones. Según la investigación, en las playas de desembarque establecían dispositivos para detectar la presencia policial, organizaban patrullas de vigilancia, disponían de vehículos de alta cilindrada para la extracción de los migrantes y contaban con fincas y naves con vídeo vigilancia para ocultar las embarcaciones.
En el marco de la operación policial se han registrado 13 domicilios en ambas provincias, donde se han incautado 522.710 euros y 1.200 dólares en metálico, una pistola, dos embarcaciones de alta velocidad, dos motores fueraborda, 575 litros de gasolina, siete vehículos, 200 gramos de hachís, 42 teléfonos móviles y dos satelitales, dos ordenadores, una tablet y diversa documentación.
Bajo la dirección de la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Almería y el impulso de los fiscales delegados para asuntos de extranjería, tanto provinciales como centrales, la investigación ha finalizado con la plena identificación y localización de todos los integrantes de la estructura asentada en Almería y Málaga.
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