Dos de ellos supuestamente «tenían un rol de relevancia en la actividad criminal» y estaban relacionados con un secuestro, mientras que los otros tres están relacionados con incidentes violentos, según un comunicado de Mossos de este miércoles.
La policía catalana busca al supuesto jefe de la organización, por lo que no descarta nuevas detenciones, si bien ha sostenido que «la capacidad de reorganización de los Casuals FCB es bastante limitada».
Y ha detectado «la existencia de una caja común, de obligado mantenimiento para todos los miembros», quienes supuestamente debían ingresar una parte proporcional de beneficios obtenidos con actividades delictivas para pagar abogados y mantener a los familiares de miembros encarcelados.
"escalada criminal"
Los Casuals FCB supuestamente alternaban la violencia en el deporte y la actividad criminal para «mantener una posición preeminente en el mundo delincuencial».
Sus actuaciones incluían secuestros, narcotráfico, control de plantaciones de marihuana y amenazas y extorsiones por supuestos agravios por indumentarias o tatuajes no autorizados.
Los Mossos han enmarcado su investigación en una «escalada criminal», que han atribuido al relevo generacional y la salida de la cárcel de sus principales líderes.
Iniciaron la investigación tras un incidente en un bar de Cornellà de Llobregat (Barcelona), tras lo que crearon un equipo conjunto entre la Comisaria General de Información (CGINF) y la Comisaría General de Investigación Criminal (CGIC).
Desde el operativo del 9 de junio los Mossos no han tenido conocimiento de ningún hecho delictivo vinculado al grupo y la policía catalana cree que «ha frustrado acciones violentas en el deporte», entre las que ha enumerado interceptar un grupo con armas para atacar supuestos radicales del Sevilla y un viaje a Madrid para hacer lo mismo con los del Real Madrid Castilla.
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