El interrogatorio estaba previsto para este lunes pero el hombre no ha respondido preguntas ni de las acusaciones ni de su defensa.
Solo se ha dirigido brevemente al juez que preside la sala para criticar que está en un «juicio falso».
En el trámite de conclusiones, el fiscal ha formalizado el cambio que ya anunció al inicio del juicio, cuando retiró «obligado» por la doctrina del Tribunal Supremo (TS) la petición inicial de condenarlo a prisión permanente revisable.
La ley prevé una condena a prisión permanente revisable para crímenes contra menores o cometidos junto a un delito sexual, y también para cuando una misma persona comete varios crímenes.
Esta tercera posibilidad es la que se aplica en esta causa y sobre la que el fiscal expuso que la doctrina del Supremo ha concretado que puede usarse en casos donde el acusado ya tenga antecedentes por un crimen, algo que no puede aplicarse en este caso porque los tres se enjuician a la vez.
95 años de cárcel
En cambio, ahora el hombre se enfrenta a una petición de condena de 95 años de cárcel por dos delitos de asesinato, uno de homicidio, uno de incendio, tres robos, dos intentos de robo y un delito de lesiones.
Por su parte la defensa ha insistido en reclamar la absolución pero, en caso de que el jurado no la conceda, ha añadido dos peticiones alternativas: tomar en cuenta un eximente de enajenación mental por consumo de drogas o alteración de la percepción que le libre de responsabilidad penal o bien considerar esta misma circunstancia como atenuante y aplicarle una condena más baja.
El martes acusaciones y defensa expondrán sus informes finales al jurado, que después se aislará para deliberar su veredicto.
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