Archivo - Ciudad de la Justicia de Almería. | JUNTA DE ANDALUCÍA - Archivo

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Una juez de Almería ha condenado a dos años de prisión al socio de un concesionario de la provincia de Almería por grabar a dos de sus empleadas mediante el uso de una «cámara espía» que portaba en su mano y con la que hacía filmaciones por debajo de la mesa apuntando a las piernas y la zona íntima de las perjudicadas durante el verano de 2019.

El fallo, consultado por Europa Press y dictado en firme después de que el acusado admitiera los hechos, condena al hombre por dos delitos continuados contra la integridad moral en base al trato degradante dispensado a las dos empleadas de una forma reiterada, si bien tiene en cuenta para fijar la pena final las atenuantes de reconocimiento de los hechos y la reparación de daño, ya que el hombre indemnizó a las víctimas. También le condena al pago de las costas procesales.

El hombre, de 52 años y sin antecedentes penales, se encontraba a cargo de la sección de personal del concesionario, entre otras, a través de una empresa administrada por su mujer, de modo que contaba con dos empleadas que realizaban las funciones de administración durante el periodo en el que se dieron los hechos.

Así, si bien el horario de trabajo era de mañana y tarde, durante el mes de agosto de 2019 se puso horario de verano consistente en que había que trabajar sólo por las mañanas, más una tarde a la semana, según recoge la resolución judicial. Era entonces cuando el acusado, durante las tardes «cuando había menos gente» aprovechaba la situación para efectuar sus grabaciones.

Para conseguir sus archivos de vídeo, el hombre esperaba a que las víctimas llegaran por la tarde a sus puestos de trabajo para, de este modo, acercarse a sus mesas y sentarse sobre las mismas bajo el pretexto de hablarles sobre asuntos de trabajo.

De este modo, mientras simulaba «tomar notas o hacer algo parecido», metía una mano por debajo de la mesa mientras sujetaba una «cámara espía» que activaba presionando un botón. De este modo, hacía grabaciones de sus piernas y de sus partes íntimas. En concreto, habría realizado dichas grabaciones al menos durante cuatro tardes.

La juez accedió a la suspensión privativa de libertad impuesta al condenado con la condición de que no vuelva a delinquir durante el mismo periodo de tiempo a partir de la fecha de la sentencia, dictada hace un mes. En caso contrario, se revocará el beneficio de la suspensión y se acordará la ejecución de las penas impuesta en sus estrictos términos.