La investigación policial, de la que se hizo cargo el Grupo de Delincuencia Especializada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Alicante, se llevó a cabo tras la denuncia de la empresa perjudicada que, al realizar un inventario, detectó que era víctima de sustracciones de material desde el mes de octubre del año 2020 y el valor de lo sustraído ascendía a más de un millón de euros.
La empresa afectada denunció que las sustracciones de material se producían de manera habitual y prácticamente a diario, por lo que decidieron instalar cámaras de seguridad para intentar determinar de qué manera desaparecía el material que faltaba en su inventario, según ha informado la Policía en un comunicado.
Una vez analizadas las imágenes de las cámaras de seguridad, se comprobó que un trabajador de la empresa preparaba cajas de transporte con diversos metales, principalmente manivelas de latón y metales similares. Una vez reunida una cantidad de material suficiente, el trabajador salía caminando de manera «muy natural» por la puerta principal y guardaba las cajas en el maletero de su vehículo, estacionado en las inmediaciones de la fábrica.
Después de acabar su jornada laboral, el arrestado cogía su vehículo cargado con el material sustraído y se dirigía a una empresa cercana dedicada a la compra-venta de chatarra para venderlo.
Con toda la información recabada por la empresa y aportada a la investigación, los agentes encargados del caso realizaron un dispositivo de vigilancia sobre esta persona para comprobar la veracidad de los hechos denunciados.
Así pues, en una de las vigilancias realizadas, los policías observaron que el trabajador investigado acudía después de su jornada laboral a una empresa dedicaba a la compra-venta de chatarra.
Albarán de venta
Tras salir del establecimiento, fue interceptado por los investigadores y comprobaron que portaba un albarán de venta que se correspondía exactamente con material que la empresa especificó en su denuncia que le sustraían.
Además, de manera simultánea, se comprobó que el material que el sospechoso había robado a lo largo de ese día y que había vendido tenía un valor de más de 2.500 euros, sin embargo, por su venta solamente obtuvo una ganancia de 115 euros.
Al no tratarse de la primera vez que ocurrían estas sustracciones y ante la sospecha de que el investigado pudiera ser el autor de otras sustracciones de material en fechas anteriores tal y como refirió la empresa, los agentes solicitaron a la empresa de compra-venta de chatarra las ventas realizadas por este trabajador comprobando que a su nombre se habían realizado unas 70 operaciones de venta por las que se le había pagado cerca de 4.300 euros.
Por todo ello, los investigadores detuvieron al trabajador como presunto autor de un delito continuado de hurto.
El detenido, de nacionalidad española y 37 años de edad, ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Alicante.
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