Investigadores del Laboratorio de Bioingeniería y Biomateriales, perteneciente al Centro de Investigación Traslacional San Alberto Magno de la Universidad Católica de Valencia (UCV), han demostrado la capacidad antiviral de la horchata valenciana. Los resultados del estudio se han publicado en la revista científica 'International Journal of Molecular Sciences', según ha informado la institución académica en un comunicado.
La investigación realizada por los científicos de la UCV muestra que la leche de chufa es un bioproducto natural que podría ayudar a luchar «contra las infecciones virales y proteger contra un considerable número de enfermedades de este tipo», según ha explicado el profesor Ángel Serrano, director del Laboratorio y de este proyecto.
«Los resultados que hemos obtenido confirman que la típica bebida azucarada valenciana, elaborada con extracto de chufa y azúcar (conocida como horchata), posee propiedades antivirales de amplio espectro», ha indicado.
Junto a los demás investigadores que han participado en el estudio, Alberto Tuñón y Alba Cano, Serrano ha analizado en diferentes concentraciones las propiedades antivirales de la leche de chufa frente a virus con y sin envoltura. Las pruebas han mostrado que la actividad antiviral de la horchata depende de la concentración que tenga de leche de chufa y que funciona como antiviral contra el bacteriófago envuelto phi 6, que se usa comúnmente como sustituto del SARS-CoV-2.
Aunque en la investigación ha quedado probado que la leche de chufa «no tiene efecto alguno contra virus sin envoltura como el bacteriófago MS2», los científicos de la Universidad Católica de Valencia han descubierto que, añadiéndole azúcar, como suele ser habitual en esta bebida, sus propiedades antivirales «no solo mejoran contra virus con envoltura, sino que pueden convertirla en una bebida antiviral contra virus sin envoltura».
«La pandemia mundial de la covid-19 ha sido una advertencia para los científicos sobre la necesidad de buscar nuevos compuestos antimicrobianos para prevenir la infección por este tipo de patógeno viral. En ese sentido, los compuestos naturales se están convirtiendo en una vía de investigación prometedora gracias a sus propiedades renovables, biodegradables y no tóxicas», ha detallado Serrano.
Este grupo de científicos, que ya desarrolló en el pasado una cerveza y un vino probióticos, es el responsable también de haber desarrollado durante la pasada pandemia los primeros filtros capaces de inactivar el SARS-CoV-2 y otros virus con envoltura como la gripe en menos de un minuto, lo que permitió la creación de las mascarillas FFPCovid Mask.
Esta tecnología supuso «un paso adelante» en la protección frente a la covid-19, dado que las mascarillas convencionales «no tienen capacidad antimicrobiana, y solo impiden que el virus llegue a las vías respiratorias», según ha añadido el propio Serrano.
Nuevos materiales biodegradables antimicrobianos
Además, Serrano y su equipo han desarrollado un pintalabios antimicrobiano de color rojo y patentado nuevos materiales biodegradables con capacidad antimicrobiana para aplicaciones biomédicas como la ingeniería tisular para regenerar hueso y otro tipo de tejidos.
Otro de sus grandes descubrimientos incluye la demostración de la capacidad antibacteriana y antiviral de las nanofibras de carbono en estado puro e incorporadas en otros materiales de gran interés industrial como son el alginato y el poli (3-hidroxibutirato-co-3-hidroxivalerato), comúnmente conocido como PHBV, que son materiales no tóxicos, biodegradables, biocompatibles y renovables.
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